Al menos doce personas murieron y otras 39 resultaron heridas este miércoles en dos ataques perpetrados por hombres armados y suicidas, uno en el Parlamento iraní y otro en el mausoleo del imán Ruholá Jomeiní, ambos en Teherán, reivindicados por el grupo terrorista Estado Islamico (EI). En las últimas semanas se contaron además, otros hechos en Manchester, Londres y París.
Ambos ataques fueron cometidos por "combatientes" del Estado Islámico, indicó el grupo yihadista a través de su agencia Amaq, que citó "una fuente de seguridad" de esa organización.
El primer ataque se produjo a las 10.30 hora local (06.30 GMT) cuando cuatro hombres armados irrumpieron en el Parlamento, donde siete personas, entre ellas un guarda de seguridad murieron y varias fueron tomadas como rehenes, según fuentes parlamentarias citadas por las agencias semioficiales ILNA y Tasnim.
Dos horas después de la toma de dicha sede, en pleno centro de Teherán, uno de los atacantes hizo estallar los explosivos que llevaba, según la televisión estatal iraní.
Las puertas del Parlamento han sido cerradas y no se permite la salida ni a los diputados ni a los periodistas allí congregados, lo que ha aumentado la confusión en torno a lo acontecido.
La parlamentaria Tayebé Siavoshí, contactada por Efe, declaró que la situación es muy confusa y delicada, negando informaciones preliminares de que todo estaba bajo control.
Según la agencia semioficial ISNA, uno de los atacantes a la sede parlamentaria fue detenido.
Poco después, se produjo otro ataque en el emblemático mausoleo del iman Ruholá Jomeiní, fundador de la República Islámica de Irán en 1979, en el que uno de los empleados del lugar falleció y cuatro peregrinos resultaron heridos, según la agencia Tasnim.
Dos de los agresores, uno de ellos una mujer, fueron detenidos por las fuerzas de seguridad, mientras que otros dos se inmolaron durante el ataque.
Previamente a estos supuesto atentados, una célula terrorista fue desarticulada en el país y sus miembros detenidos, según fuentes oficiales.
Este es el primer ataque de este tipo que se produce en Irán, cuyas autoridades han reforzado las medidas de seguridad en torno a los edificios oficiales como la sede de la Presidencia.