El Producto Bruto Interno (PBI) bajó durante el año pasado 2,5%, informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), lo que marca un retroceso de la economía argentina luego de un repunte en 2017.
El PBI registró en el cuarto trimestre del último año un retroceso del 6,2% respecto de octubre-diciembre del 2017, y una baja del 1,2% en comparación con el tercer trimestre del 2018.
En tanto, el PBI desestacionalizado del cuarto trimestre de 2018, con respecto al tercer trimestre, arrojó una variación de -1,2%.
El índice había registrado en 2017 un alza del 2,7%, tras haber experimentado en 2016 una merma del 1,8%.
Crisis financiera y sequía
El país se vio particularmente afectado desde abril de 2018 por una fuerte inestabilidad financiera y las consecuencias de una dura sequía que golpeó al sector agropecuario, uno de los motores económicos del país.
Para 2018, la ley de Presupuesto preveía una expansión económica del 3,5%, pero esa proyección quedó totalmente descartada ya en el segundo trimestre, cuando comenzaron a ser evidentes los signos de deterioro en la economía.
El informe oficial difundido este jueves indica que la evolución macroeconómica del cuarto trimestre denotó un desplome interanual del 11% en la oferta global como producto de una caída del 6,2% del PIB y del 26,1% de las importaciones de bienes y servicios.
En la demanda global, se registró una variación positiva interanual del 10,4% en las exportaciones de bienes y servicios y una disminución del 25% en la formación bruta de capital fijo.
En tanto, el consumo público registró una bajada interanual del 5,1%, mientras que el consumo privado descendió un 9,5%.
Para 2019 el gobierno de Macri prevé que la economía se contraiga un más moderado 0,5%, aunque pronósticos privados ya afirman que la caída del PIB podría llegar al 1,5%.