A partir de una investigación de la Universidad de Exeter en la revista Bioscience, se concluye que el solo hecho de detenerse a mirar pájaros en su hábitat, mientras se camina por la ciudad, alivia la ansiedad y la depresión.

El estudio, que involucró a 270 personas de tres municipios británicos, mostró que los niveles más bajos de depresión, ansiedad y estrés se asociaban con el número de aves que la gente podía ver durante la tarde.

El director del estudio, Daniel Cox, explicó al diario ABC que "este estudio comienza a develar el papel que algunos componentes clave de la naturaleza juegan para nuestro bienestar mental".

Los investigadores también corroboraron que aquellas personas que pasan menos tiempo al aire libre, en comparación con los que salen más al campo, son más propensas a manifestar sentimientos de ansiedad o depresión. Es por ello que Cox recomienda reverdecer las ciudades y sostiene que: "Las aves alrededor de los hogares, y la naturaleza en general, muestran grandes promesas en la salud preventiva ya que hacen ciudades más saludables, lugares más felices para vivir."