La diputada nacional Marcela Rodríguez presentó una iniciativa que, de aprobarse, obligaría a los esposos a compartir las tareas domesticas. El proyecto reformaría el artículo 199 del Código Civil, que se refiere a los derechos y deberes de los cónyuges, agregandole una frase: “Los esposos deben, además, compartir las responsabilidades domésticas y el cuidado y la atención de sus hijos”.
La iniciativa tuvo esta semana dictamen favorable de las comisiones de Legislación General y de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de la Cámara Baja, según el diario La Nación.
"La irrupción de las mujeres en el mercado laboral en las últimas décadas mejoró sus perspectivas de desarrollo personal y profesional, pero fue insuficiente para obtener un reparto más equitativo de las tareas domésticas y de crianza de los hijos. En la gran mayoría de los casos, las mujeres deben asumir una doble jornada laboral y repartirse entre las ocupaciones o tareas rentadas y las propias del hogar. Además de atentar contra la igualdad real dentro del matrimonio y de la relación de pareja, esta división sexual del trabajo doméstico disminuye las posibilidades de las mujeres de inserción y crecimiento en el ámbito laboral", explicó en los fundamentos de su proyecto la diputada Rodríguez.
Entre las diputadas, las opiniones sobre su aplicabilidad, fueron diferentes. Para quien presentó el proyecto "es una obligación legal que se deberá cumplir como cualquier otra".
Para la radical Cynthia Hernández (UCR-Río Negro), la posible ley "es meramente declarativa" y sirve para reforzar lo que hoy se está dando naturalmente sobre todo en las generaciones más jóvenes, es decir, la tarea doméstica compartida entre los esposos.
La diputada oficialista Juliana Di Tullio (Frente para la Victoria-Buenos Aires), titular de la Comisión de Familia, considera que esta iniciativa "sincera" una situación que atraviesan miles de mujeres que trabajan dentro y fuera de su casa.
Para la diputada María del Carmen Rico (FV-Buenos Aires), el proyecto es "una carta de intención" que servirá para "concientizar sobre la situación que hoy vive la mujer" y celebró que en la actualidad cada vez más parejas jóvenes compartieran las tareas de la casa.
Entre los hombres, algunos recibieron la iniciativa muy bien y otros, por el contrario, muy mal.
"Me parece un acto de elemental justicia", celebró el diputado Luis Cicogna (FV-Buenos Aires), titular de la Comisión de Justicia.
El legislador sostuvo que la aplicación de la norma dependerá de la interpretación que realice el juez y de las pruebas que se aporten en la causa.
Por su parte, su par Alberto Beccani (UCR-Santa Fe) consideró que esta norma "tiene el valor de un reconocimiento para la mujer" y que la iniciativa constituye una avance más en la lucha de la igualdad entre los hombres y las mujeres. De todas maneras, el legislador dudó de que, una vez aprobada, tuviera efecto jurídico, "salvo, tal vez, en caso de divorcio".
"El Congreso debe estar para cosas más importantes, no para estas ridiculeces", opinó un legislador justicialista que, por las dudas, pidió reserva de su nombre.
La iniciativa tuvo esta semana dictamen favorable de las comisiones de Legislación General y de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de la Cámara Baja, según el diario La Nación.
"La irrupción de las mujeres en el mercado laboral en las últimas décadas mejoró sus perspectivas de desarrollo personal y profesional, pero fue insuficiente para obtener un reparto más equitativo de las tareas domésticas y de crianza de los hijos. En la gran mayoría de los casos, las mujeres deben asumir una doble jornada laboral y repartirse entre las ocupaciones o tareas rentadas y las propias del hogar. Además de atentar contra la igualdad real dentro del matrimonio y de la relación de pareja, esta división sexual del trabajo doméstico disminuye las posibilidades de las mujeres de inserción y crecimiento en el ámbito laboral", explicó en los fundamentos de su proyecto la diputada Rodríguez.
Entre las diputadas, las opiniones sobre su aplicabilidad, fueron diferentes. Para quien presentó el proyecto "es una obligación legal que se deberá cumplir como cualquier otra".
Para la radical Cynthia Hernández (UCR-Río Negro), la posible ley "es meramente declarativa" y sirve para reforzar lo que hoy se está dando naturalmente sobre todo en las generaciones más jóvenes, es decir, la tarea doméstica compartida entre los esposos.
La diputada oficialista Juliana Di Tullio (Frente para la Victoria-Buenos Aires), titular de la Comisión de Familia, considera que esta iniciativa "sincera" una situación que atraviesan miles de mujeres que trabajan dentro y fuera de su casa.
Para la diputada María del Carmen Rico (FV-Buenos Aires), el proyecto es "una carta de intención" que servirá para "concientizar sobre la situación que hoy vive la mujer" y celebró que en la actualidad cada vez más parejas jóvenes compartieran las tareas de la casa.
Entre los hombres, algunos recibieron la iniciativa muy bien y otros, por el contrario, muy mal.
"Me parece un acto de elemental justicia", celebró el diputado Luis Cicogna (FV-Buenos Aires), titular de la Comisión de Justicia.
El legislador sostuvo que la aplicación de la norma dependerá de la interpretación que realice el juez y de las pruebas que se aporten en la causa.
Por su parte, su par Alberto Beccani (UCR-Santa Fe) consideró que esta norma "tiene el valor de un reconocimiento para la mujer" y que la iniciativa constituye una avance más en la lucha de la igualdad entre los hombres y las mujeres. De todas maneras, el legislador dudó de que, una vez aprobada, tuviera efecto jurídico, "salvo, tal vez, en caso de divorcio".
"El Congreso debe estar para cosas más importantes, no para estas ridiculeces", opinó un legislador justicialista que, por las dudas, pidió reserva de su nombre.