Un cordobés no pudo viajar a Nueva York por tener una deuda de 200 mil pesos en concepto de cuota alimentaria por su hija mayor. La noticia le fue comunicada en el aeropuerto, por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) cuando intentaba salir del país de vacaciones junto a su nueva familia.
Según publicó el sitio La Voz, en agosto del año pasado la deuda por alimentos ascendía a 195 mil pesos. Fue entonces que la abogada de la ex esposa del hombre, Diana Mezzano, pidió a la Justicia que el hombre sea incluido en el registro de deudores alimentarios y le prohibiera salir del país, medida que se concretó en diciembre.
Pero como los oficios que se libran a Migraciones para evitar el paso por fronteras y a la PSA por los viajes aéreos no se comunican a la contraparte, el incumplidor se encontró con la novedad recién cuando estaba a punto de abordar el avión.
Mientras su esposa y sus otras dos hijas siguieron viaje, el hombre se quedó para intentar saldar la deuda. Minutos después de que la mujer y las chicas se subieron al avión, llamó a la abogada de su ex. La letrada le informó que tenía que cancelar un año y medio de cuotas impagas y demostrar que en adelante iba a cumplir con sus obligaciones económicas.
Apremiado por viajar, el hombre quiso pagar los 195.000 pesos en el banco, pero por ventanilla le aceptaron sólo 30.000. Como ese día no podía hacer la transferencia electrónica, tuvo que esperar a que el sistema lo habilitara. Quiso después llevar los comprobantes al juzgado, pero un error de un empleado con un código anuló la transferencia. El hombre se presentó en los Tribunales, y desde el Juzgado de Familia le exigieron que mostrara voluntad de pago a futuro. Terminó ofreciendo el pago total de su deuda y abonar 12 meses por adelantado, para lo que puso como fiadora a su abogada.
Pero otro contratiempo con la transferencia demoró la autorización judicial para salir del país: quiso llevar todo el dinero al juzgado, pero tampoco se lo aceptaron. Recién el miércoles, cuando la jueza corroboró la acreditación de la transferencia, lo habilitó a viajar, seis días más tarde de su familia, y después de haber pagado un total de 326.000 pesos.
Según explicó la abogada Mezzano a La Voz, el hombre no tiene haberes en blanco ni bienes a su nombre, salvo un auto BMW que le pudo embargar hace un año, pero que no puede ser ubicado.