Cuentas claras, ayuda asegurada. Algo así es lo que decidieron en Casa Rosada sobre la crisis en Santa Cruz. El gobierno nacional enviará un préstamo de 850 millones de pesos a la provincia de Alicia Kirchner pero a cambio demandará un plan para ordenar las cuentas provinciales e implementará un programa de monitoreo sobre los números santacruceños. Según datos del ministerio de Interior, Santa Cruz tiene 115 empleados públicos cada mil habitantes, cuando el promedio es de 50.
Según informó Télam, el gobierno de Mauricio Macri supedita la ayuda a Santa Cruz a cambios políticos y un recorte del gasto público. Así, ofreció 850 millones de pesos en préstamo a través del banco Nación con la condición de que la provincia que gobierna Alicia Kirchner presente un “plan serio” para ordenar las cuentas públicas de una Santa Cruz que padece la paralización de sus sistemas de educación, salud y justicia.
“Cuando la provincia demuestre que tiene un plan para ir gradualmente ordenando sus cuentas públicas y también haciendo avances desde el punto de vista institucional, vamos a hacer un programa de monitoreo”, dijo el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, a radio La Red.
“Los actuales gobernantes se tienen que hacer cargo de lo que ocurrió en el último cuarto de siglo en la provincia”, advirtió el funcionario. “En el 2007 tenía superávit y en el 2015 pasó a ser la provincia más deficitaria del país, pese a la enorme ayuda que venía teniendo, con envío de recursos discrecionales por parte de la ex presidenta (Cristina Fernández)”, abundó el viceministro del Interior, Sebastián García de Luca.