El ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega murió este lunes por la noche a los 83 años en el hospital Santo Tomás de Ciudad de Panamá. No sobrevivió a una delicada operación para extirparle un tumor benigno del cerebro. Gobernante de facto de Panamá entre 1983 y 1989, Noriega pasará a la historia de Panamá tras escribir una de sus páginas más turbias: la dictadura militar sobre los que mantenía secretos inconfesables. Condenado a 60 años de cárcel por varios delitos, desde violaciones a los derechos humanos hasta atentados a la naturaleza, había regresado a su país en 2011, tras cumplir más de 21 años de prisión en Estados Unidos y Francia por narcotráfico y blanqueo de capitales.
El ex dictador nació en Ciudad de Panamá el 11 de febrero de 1935, según su registro de inscripción en la Seguridad Social panameña, aunque otras fuentes dan como año de nacimiento 1934, 1938 e incluso 1940.
Se crió en el seno de una familia humilde del barrio de San Felipe, uno de los más pobres del país, y estudió en la Escuela Militar de Chorrillos de Lima (Perú).
Tras alistare en la Guardia Nacional como teniente en 1962, seis años después apoyó el golpe militar que llevó al poder al general Omar Torrijos y en 1970 fue nombrado jefe del servicio de inteligencia: el G-2.
Noriega alcanzó el generalato el 1 de agosto de 1983 y sólo 11 días después fue nombrado comandante jefe de la Guardia Nacional, organismo que transformó en las Fuerzas de Defensa panameñas.
En septiembre de 1985 fue acusado de ser el responsable directo del asesinato de Spadafora, uno de los principales críticos de la actuación del Ejército en Panamá.
Ese mismo mes Noriega obligó a renunciar al presidente oficialista Nicolás Ardito Barletta por nombrar una comisión apolítica para investigare la muerte de Spadafora y el mandatario fue sustituido por el vicepresidente, Eric Arturo Delvalle.
Acusado por el Congreso estadounidense de narcotráfico, asociación de malhechores y beneficios ilegales, el secretario de Estado de Estados Unidos, George Shultz, declaró en enero de 1988 que el Pentágono le había exigido abandonar el poder en la sombra y dar paso a un gobierno auténticamente democrático.
El 25 de febrero el presidente Delvalle anunció en un discurso televisado la destitución de Noriega, lo que no fue aceptado por los militares ni por algunos sectores políticos.
Tras las elecciones del 7 de mayo de 1989, en las que el oficialista Carlos Duque y Guillermo Endara se atribuyeron el triunfo, se produjeron disturbios que acabaron con la anulación de las elecciones y el nombramiento como nuevo presidente de Francisco Rodríguez, el 31 de agosto, lo que supuso la continuidad de un régimen tutelado por los militares.
El 20 de diciembre de 1989, cinco días después de que asumiera el puesto de jefe del Gobierno y declarara el "Estado de guerra", las tropas estadounidenses invadieron Panamá con el objetivo de detener a Noriega y "restablecer la democracia".
El 3 de enero de 1990 se entregó a las tropas estadounidenses. En septiembre de 1991 se inició el juicio ante un tribunal federal de Estados Unidos que lo condenó a 40 años de prisión por narcotráfico y blanqueo.
Noriega logró sucesivas reducciones de pena a 30 y 20 años, por prisión preventiva y buen comportamiento.
En abril de 2004 Francia solicitó su entrega por la condena en 1999 a 10 años de prisión por lavado de dinero del narcotráfico con el que adquirió varias propiedades de lujo en París.
En septiembre de 2007 cumplió condena, pero quedó en prisión en Miami a la espera de la resolución de su entrega a Francia, lo que ocurrió el 27 de abril de 2009.
A poco de su llegada a Francia, Panamá presentó la primera de tres peticiones de extradición, por el caso Spadafora. En enero de 2011 la segunda, por la muerte de Moises Giroldi, y en marzo la tercera por la muerte del dirigente izquierdista Heliodoro Portugal
Noriega llegó en diciembre de 2011 a Panamá y fue recluido en la cárcel El Renacer. En diciembre de 2013 se le notificó el proceso por la desaparición del sindicalista Portugal, suspendido en 2015.
El 24 de junio de 2015, desde prisión, Noriega pidió perdón a todos los "humillados" o "perjudicados por sus acciones como comandante, en su nombre y en el de sus superiores y subalternos".
Casado con Felicidad Sieiro, tuvo tres hijas: Thais, Lorena y Sandra, que fue diputada del Parlamento Centroamericano.