Tras las tres muertes de operarios eléctricos en los últimos tres meses, el Sindicato de Luz y Fuerza consideró que en la actulidad, los trabajadores se desempeñan bajo mucha presión ante la gran demanda de los usuarios y, en ese sentido, cuestionó el número de recursos humanos disponibles para estas tareas a la que calificó de muy riesgosas.
En conversación con los periodistas Pablo Montenegro y Evelin Machain (Radiópolis, Radio 2), Alfredo Botto del Sindicato de Luz y Fuerza, lamentó las tres muertes y advirtió que hay un cuarto deceso de un operario en Bigand, el último 23 de diciembre. “Hay un tiempo para la Justicia, estamos esperando las pericias, los resultados para tener conocimiento de lo que ocurrió”, manifestó.
El dirigente señaló que es un momento oportuno para “pedirle a los compañeros que se cuiden, que tomen recaudos porque trabajan bajo una presión extrema” y advirtió: “En esta época del año muchos se quedan sin servicio están muy molestos. Hay mucha presión de los vecinos”. Luego, agregó: “ En un trabajo tan riesgoso como el nuestro pueden ocurrir este tipo de accidentes, se han multiplicado, no ocurrieron en años anteriores, no de esta manera ni con esta sucesión”.
Por otra parte, apuntó a las empresas contratistas. “Ese es un punto a analizar. El servicio eléctrico tiene una complejidad enorme. La EPE se viene recuperando notablemente en estos años con inversiones importantes pero los cursos de capacitación que se dan al personal a veces no alcanzan”. Y sumó al respecto: “Los cursos de capacitación a los trabajadores son insuficientes si estamos lamentando estas muertes”.
Para Botto es preciso contar con “detalles de lo ocurrido (las muertes de los operarios) y así quizás podríamos tener un diagnóstico más certero. Hoy no puedo decir que hubieran fallas humanas o estructurales, lo que uno sufre hoy es la pérdida de un compañero de trabajo”, observó. Sin embargo, a continuación apuntó a la falta de recursos humanos suficientes que vuelven más complejo la labor: “En los 80' la EPE tenia 4700 trabajadores y hoy con mil menos debemos distribuir el doble de la potencia. Esto ayuda a que sea una actividad excesivamente riesgosa”.