El coordinador del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies), Julio Trotini, informó que la ambulancia que se envió apenas se recibió un llamado telefónico proveniente del comisaría 10ª en relación a María de los Ángeles Paris, la mujer que murió en el lugar de una manera extraña, fue por un paro cardiorrespiratorio y pérdida de conocimiento. Sin embargo, confió que se está investigando “cómo entraron las llamadas”.
En diálogo con el programa Radiópolis (Radio 2), Trotini relató que el miércoles “nos ingresa una llamada a las 22.40 por una paciente que estaba con un paro cardiorrespiratorio. El móvil estuvo en 5 minutos en el lugar y recibió el apoyo de otro. Se trabajó media hora haciendo RCP”.
Luego, admitió que investigan “cómo entraron las llamadas”. “Estamos en pleno proceso para saber cómo ingresó la llamada, si fue por un paro o una crisis pero en primera instancia se manda el móvil por un paro y pérdida de conocimiento”, reforzó. Incluso, el coordinador contó que se indicaron maniobras “fundamentales” de masajes previas a la llegada de la ambulancia.
Negó conocer quién fue la persona que se comunicó desde la comisaría con el Sies y confió que no puede establecer si pidieron asistencia médica a destiempo. Finalmente, aseguró que el móvil tardó unos 5 minutos: “Aparentemente la llamada entró por un paro y la ambulancia fue despachada rápidamente”, subrayó.
Una mujer murió el miércoles a la noche en la comisaría 10ª, en la zona norte de Rosario, y la Justicia investiga los pormenores del confuso hecho. Fuentes policiales indican que se desvaneció y perdió la vida en el lugar, tras sufrir una especie de crisis nerviosa. El preinforme de la autopsia realizada este jueves sostiene que no se ven signos de violencia y ahora se espera el resultado se los estudios toxicológicos para determinar si la afectó algo que ingirió.
De acuerdo al relato oficial, el personal médico que arribó a la comisaría le realizó a la mujer maniobras de reanimación sin suerte y falleció.
María de los Ángeles Paris tenía 45 años y se desempeñaba como bibliotecaria en la escuela Gurruchaga y la Técnica 464. Compañeros y compañeras de trabajo, al igual que padres de alumnos, la describieron como una persona normal, "dulcísima", y se mostraron consternados por la noticia.