Pocas veces una tragedia tuvo tantos anuncios. Después del choque de dos colectivos de la empresa Monticas en la ruta 33 con el saldo de 12 muertos, afloraron con lógica indignación las quejas de los pasajeros por las condiciones de circulación en los últimos años. “Iba a pasar”, “Muertes anunciadas”, “Tenía que ser Monticas”, se escuchó.
Pero los reclamos ya estaban, desde hace más de una década. Y más allá de si la Justicia determina que el siniestro fue por falla mecánica o humana, las alarmas venían indicando que una tragedia podía suceder, o que podrá volver a ocurrir si se mantienen las actuales condiciones de muchos colectivos (de Monticas u otras empresas).
Miguel Lifschitz anunció que quitará los servicios provinciales de Monticas desde el 1º de marzo. Pero el decreto sólo quita por ahora la concesión sobre la ruta 33. Y, si sólo caducan los tramos provinciales, la firma seguirá operando en los trayectos que tienen habilitación nacional.
Ejemplo: desde este miércoles, los colectivos del mismo grupo podrán partir llenos desde la Terminal de Rosario, levantar o dejar pasajeros en Zavalla, Casilda, Firmat, San José de la Esquina o Chañar Ladeado (todas en Santa Fe), y terminar en Corral de Bustos, Laborde o Cruz Alta (Córdoba).
Así lo anuncian medios y boleterías de la región:
De hecho, este martes llamó la atención la presencia de dos unidades de Monticas en la terminal de Rosario (andenes 36 y 37) que realizaban viajes "nacionales".
Quién autoriza
En los últimos años se hicieron varias notas periodísticas a funcionarios nacionales y provinciales sobre los motivos para mantener los servicios a la empresa Monticas, del grupo Flecha Bus, cuando existían tantas denuncias sobre el estado de los micros. Y desde los dos escritorios, en Santa Fe y en Buenos Aires, apareció en más de una oportunidad el cruce de responsabilidades.
Es que, como ya se dijo, Monticas tenía los recorridos que empezaban y terminaban en Santa Fe y ahora mantiene varios trayectos hasta localidades limítrofes del sur cordobés.
Los tramos en la provincia son competencia del gobierno santafesino; y los interjurisdiccionales, de la Nación.
Los colectivos que chocaron el viernes pasado cubrían recorridos de jurisdicción provincial, habilitados por la Secretaría santafesina actualmente a cargo de Pablo Jukic.
Sin embargo, los reclamos de usuarios también son antiguos por los servicios que Monticas presta a nivel interprovincial: los que tienen la mayor parte del recorrido en el sur santafesino y llegan a tres o cuatro localidades limítrofes de Córdoba, con aval del Ministerio de Transporte de la Nación y coches en las mismas condiciones.
El decano de la facultad de Ciencias Agrarias de la UNR, Guillermo Montero, recordó en Radio 2 que viene pidiendo a la provincia desde hace 14 años mejores condiciones de transporte entre Rosario y Zavalla.
Mencionó a funcionarios de las gestiones de Hermes Binner y Antonio Bonfatti. Además, mostró documentos con los reclamos hechos a Antonio Ciancio, Alejandro Boggiano y Gustavo Peirano, funcionarios que –con diferentes rangos– estuvieron a cargo de autorizar y/o controlar los trayectos de Monticas entre 2007 y 2015 en su territorio.
Gustavo Peirano sigue en funciones actualmente; es el segundo de la cartera de Transporte provincial que conduce Pablo Jukic desde el inicio de la gestión Lifschitz. El área depende del Ministerio de Infraestructura y Transporte, a cargo de José Garibay.
Los recorridos nacionales
En otro sillón en Capital Federal, el ex intendente de Granadero Baigorria, Alejandro Ramos, último secretario de Transporte del kirchnerismo y hombre de la región, conocía cómo se viajaba en la zona y sin embargo, autorizaba los recorridos interjurisdiccionales hasta diciembre de 2015.
Primero bajo la órbita del Ministerio de Planificación y desde 2012 dependiendo de Interior y Transporte, Ramos conocía las condiciones del servicio de Monticas por las advertencias de periodistas, intendentes, legisladores. Con todo eso, los coches de Monticas siguieron uniendo los pueblos santafesinos con los cordobeses y los subsidios nacionales a la firma también se siguieron depositando.
Sobre el final de su gestión, Alejandro Ramos avisó que se estaba por llamar a nuevas licitaciones de las rutas de Monticas, justo en momentos donde también se prometían trenes para la región en medio de la campaña electoral. Tarde.
En diciembre de 2015 asumieron nuevas autoridades en Nación. El ministro Guillermo Dietrich, designó dos secretarios de Transporte Guillermo Krantzer (Gestión) y Germán Bussi (Planificación).
Los tres (Dietrich, Krantzer y Bussi) juraron en la gestión Macri con la experiencia de haber sido funcionarios del área de Transporte en la ciudad de Buenos Aires.
¿Conocerán los tres porteños a cargo del transporte nacional las condiciones en las que se viaja en el sur santafesino?
Un trabajador que todos los días va de Arteaga a Cruz Alta o de Chañar Ladeado a Corral de Bustos, por citar sólo dos ejemplos de cruces de provincia, probablemente no tengan demasiado interés en vuelos low cost a San Pablo, Lima o Miami.
A diario, al menos en esta zona, las prioridades pasan por viajar en condiciones dignas a Zavalla, Casilda, Firmat, Arequito, Los Quirquinchos, a lo sumo Laborde. Los problemas más urgentes parecen estar en el transporte terrestre. ¿Trasladarán los legisladores de Cambiemos estas prioridades regionales?
¿Y los trenes?
En noviembre de 2011 Santa Fe celebró la aprobación de la denominada “ley de trenes” impulsada por el entonces legislador Pablo Javkin. La norma fue promulgada en enero de 2012 por el ex gobernador Antonio Bonfatti, que además creó la Unidad Especial de Gestión Ferroviaria.
Mariana Monge fue designada como la directora-coordinadora de esa flamante unidad que tenía la misión de crear una empresa mixta para el funcionamiento de trenes metropolitanos en toda la provincia.
En julio de 2012, se comenzó a estudiar la factibilidad de un tren entre Rosario y Casilda. Y en 2014 se hizo un acto público, con presencia de Nación y provincia, para anunciar que era posible reactivar el servicio ferroviario entre Rosario y Cañada de Gómez con aportes de ambas administraciones. Cinco años después de aprobada la “ley Javkin”, no pasó ningún vagón con pasajeros.
Ley Pcial 13242. La apoyamos convencidos d su necesidad; pero las leyes están p/ser cumplidas. Pasaron 5 años @pablojavkin @MiguelLifschitz pic.twitter.com/H5iloe4hMr
— Amigos del Riel (@AmigosdelRiel) 28 de febrero de 2017
Preguntas
¿Los pasajeros tendremos que seguir subiendo a colectivos en condiciones peligrosas?
Si la respuesta es «Hay tramos que sólo realiza una compañía. No hay opciones», entonces:
¿Por qué los pasajeros no denunciamos en las oficinas de la Comisión Nacional del Transporte (CNRT) de la Terminal cuando los colectivos salen en malas condiciones y preferimos hacerle un escándalo al chofer que está padeciendo las mismas condiciones?
Si la respuesta es «No sirve de nada, nadie controla», entonces:
¿La CNRT no hace los controles suficientes de los micros que circulan en las rutas?
¿La CNRT deja la fiscalización a cargo de los pasajeros, que deben ir a denunciar a sus oficinas?
¿Por qué la CNRT demora hasta dos años en finalizar el trámite de denuncia de los pasajeros?
¿Qué dijo el gremio Unión Tranviarios Automotor (UTA) sobre las condiciones en las que viajan sus choferes afiliados? ¿Sólo se escuchó la denuncia del gremio minoritario Aota?
Sobre el grupo empresario
Los hermanos Guillermo y Raúl Derudder son dueños de Flecha Bus y participan del directorio de Monticas.
Legisladores provinciales vienen denunciando desde hace años que “el grupo Flecha Bus controla gran parte del mercado de transporte de pasajeros en el país”.
Las medidas que se tomen de ahora en más demostrarán si se prefiere dejar actuar a grupos empresarios sin controles (como sucedió hasta el viernes de la tragedia) o si se opta por brindar un buen servicio a estudiantes, trabajadores, en fin, pasajeros.