El arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín, se refirió a los disturbios registrados este domingo frente a la Catedral en el marco de la marcha del 31º Encuentro Nacional de Mujeres. Lamentó el daño hecho al templo y a la ciudad y atribuyó los desmanes a “un grupo muy minoritario”. Aclaró, por otro lado, que los hombres que rezaban bajo el templo no estaban autorizados.
“Lo de los chicos no lo autorizamos. Yo pedí que nadie hiciera un cordón humano para proteger a la catedral porque la seguridad es atribución del Estado y no nuestra”, advirtió Martín en contacto con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2.
Este domingo por la noche, unos 20 hombres rezaron el Padre Nuestro y el Ave María abrazados entre sí, bajo la entrada de la Catedral mientras las columnas de mujeres bajaban por calle Santa Fe.
El arzobispo incluso señaló que las tres misas del domingo se suspendieron para evitar cualquier situación incómoda. “Desalentamos la violencia”, enfatizó.
Opinó que los desmanes se desataron “por un grupo muy minoritario” y que la marcha d ellas mujeres se realizó en paz. Sobre las habituales consignas contra la Iglesia, Martin dijo que la institución no es “infalible” pero destacó que la Iglesia comulga con muchos de los temas que convocaron este fin de semana a las mujeres en la ciudad. “Con otros no, claro”, reconoció, entre ellos la legalización del aborto.
Consultado sobre la participación de mujeres católicas al ENM, el arzobispo dijo que si bien no se alentó, la Iglesia le abrió sus puertas a más de 200 mujeres que vinieron desde distintos puntos del país y les ofrecieron alojamiento para que pudieran sumarse.