Cuando las personas por primera vez llegan al mundo de los lentes de contacto, prueban un par algunos días, y muchos se fascinan tras la prueba. Sienten que los lentes de contacto ayudan a mejorar de forma sustancial la calidad de vida. Sin embargo, al principio hay cierto grado de resistencia: la gente desconoce mucho y tienen algunas ideas equivocadas.

Los lentes de contacto no corrigen mi problema visual

Esta es una idea que es bastante antigua. Las primeras generaciones de lentes no ayudaban a solucionar el astigmatismo o la presbicia, problemas de gran recurrencia, sin embargo, las tecnologías actuales pueden solucionar estos y muchos otros problemas: incluso hay lentes bifocales, especiales para las personas que tienen defectos relacionados con las distancias, y también para corregir el astigmatismo. Por eso, es importante preguntar al médico por la posibilidad de usar lentes de contacto.

El lente se puede perder tras mi ojo.

Esto es imposible. El ojo tiene una delgada membrana que lo cubre, y que se conecta con los párpados, por lo cual por más delgado que sea el lente, no podrá deslizarse hacia la parte de atrás del ojo.

Se pueden quedar pegados en el ojo

Es una creencia común, sin embargo, completamente falsa. Tal vez, en ocasiones, el ojo se puede resecar y esto dificulta un poco el retiro del lente, pero se soluciona usando lágrimas artificiales o colirios.

Los lentes de contacto son incómodos

Tras un breve periodo de adaptación, la mayoría de las personas ni siquiera se da cuenta cuando los está usando. Si se siguen las instrucciones del médico y de los lentes, no debe haber ningún tipo de dolor ni incomodidad. Actualmente, los lentes están fabricados de material blando, que además les permite mantener la humedad que entrega comodidad al usuario.

Los lentes de contacto son muy difíciles de cuidar

En este momento, la comodidad máxima la entregan los lentes de uso diario desechables, que no requieren ningún tipo de mantenimiento: se saca un par en la mañana, se usan en el día, y se descartan. Para los otros lentes, basta con una botella de líquido para limpieza, que facilita y simplifica el proceso.

El uso de los lentes puede causar problemas a los ojos

Si se siguen las instrucciones del médico y de los fabricantes de los lentes, no ocurren problemas. Si ocurren, generalmente son causados por mal uso o por no seguir las instrucciones de los profesionales.

Nunca los podré poner en mis ojos

Antes de intentarlo, puede parecer sumamente difícil. Sin embargo, tanto el oftalmólogo como quienes trabajan con él pueden enseñar diferentes técnicas que facilitan el proceso. Tras los primeros intentos, se convierte en un proceso muy simple y cotidiano.

Se me pueden caer de los ojos

Hace décadas, los antiguos lentes rígidos podían caerse de los ojos. Pero con los lentes que se usan hoy, este problema pasó a la historia: es imposible que los lentes “salten” o se caigan.

Son muy caros

Hoy en día, los lentes de contacto pueden incluso ser mucho más económicos que un buen par de lentes ópticos. Incluso los lentes desechables, antes considerados un verdadero lujo, hoy pueden costar el equivalente a comprar el diario todos los días.

Soy muy viejo para usar lentes de contacto

Con los lentes de contacto bifocales, y aquellos que están hechos especialmente para las personas que tienen ojo seco, los lentes de contacto pueden usarse en todas las edades.

Fuente: revistabuenasalud.cl