La marea feminista volvió a colmar las calles de Rosario y esta vez fue aún más numerosa. Después del segundo paro internacional de mujeres realizado este jueves, una multitud se reunió por la tarde en plaza San Martín para recorrer el centro de la ciudad y desembocar al anochecer frente al Monumento a la Bandera para el acto y festival de cierre del 8M, en el Día Internacional de la Mujer.
La masiva marcha fue protagonizada por mujeres, lesbianas, travestis y las identidades feminizadas que hicieron sonar varios reclamos. El más fuerte, fue el pedido por el aborto legal, seguro y gratuito tras la presentación, por séptima vez esta semana en el Congreso de la Nación, del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo para evitar muertes de mujeres en abortos clandestinos.
También resonó la consigna por la eliminación de todo tipo de violencia machista, la erradicación de los femicidios y un planteo generalizado de igualdad de derechos en todos los ámbitos.
Se concentraron cerca de 70 agrupaciones que luchan por los derechos de las mujeres. Sumadas a participantes espontáneas –expresado en femenino, aunque también había hombres que acompañaron–, la procesión por las calles superó las 20 cuadras. Y eso que por Pellegrini ocupó ambas manos.
A las 20 llegó la primera columna al Parque a la Bandera, ubicado frente al Monumento, que durante la hora siguiente continuó llenándose. Iban cruzando al parque, donde se montó un escenario para la lectura del documento de la asamblea feminista y el desarrollo del festival de cierre que contó con la participación de actrices, músicas y poetas.
Sobre el escenario frente al Monumento, las organizadoras con mayor cantidad de marchas encima mostraron su emoción por la llegada de miles y miles de manifestantes. “Estamos haciendo historia”, aseguraron y mencionaron que no hace tantos años, apenas ocupaban “una cuadra” en las primeras movilizaciones.
Pero los tiempos cambiaron y se aceleraron. Y este año se sumaron muchas más para decir por qué paran las mujeres, para hacer escuchar los distintos reclamos y para gritar: “Vivas y libres nos queremos”. Una transformación que llegó para quedarse.
El documento y los reclamos
“Cada 28 horas una mujer es asesinada por el hecho de ser mujer. En 2017 se cometieron 298 femicidios, 38 en la provincia de Santa Fe, 16 en Rosario y 6 travesticidios”. Con esos datos incorporados al documento de la asamblea feminista, las mujeres exigieron “terminar con las violencias machistas”.
Por otra parte, pidieron al Estado que brinde “asistencia integral para hijas e hijos de mujeres asesinadas en contextos de violencia de género”.
El reclamo para redoblar esfuerzos en la búsqueda de mujeres desaparecidas por trata en la Argentina también se sumó. “En la provincia de Santa Fe seguimos buscando a Rosalía Jara. El 79 por ciento de las víctimas de trata en América Latina son mujeres y niñas, en su mayoría de entre los 12 y los 18 años”, expresaron las mujeres en la marcha.
En el acto de cierre, con la lectura del documento, también se repudiaron “los dichos misóginos de periodistas, personajes de la farándula y músicos que reproducen la cultura de la violencia, de la discriminación y de la desigualdad entre mujeres y varones”.
“No se trata de libertad de expresión o del derecho a opinar, son discursos de odio y apolología de la violencia”, destacó la asamblea feminista y reclamó a los medios de comunicación que “dejen de ser cómplices de la estigmatización de las mujeres y de las personas del colectivo LGBTTTIQ”.
Las mujeres, que este jueves 8 de marzo realizaron el segundo paro internacional que se replicó en más de 60 países, plantearon también en el acto de Rosario que “las centrales sindicales convoquen a un paro nacional para poner un freno al ajuste”.
“La pobreza tiene nuestra cara. Más de un tercio de las trabajadoras están precarizadas y mañana no tendrán una jubilación digna”, remarcaron. Hubo referencias y críticas al gobierno de Mauricio Macri y hasta se escuchó un fragmento del denominado “hit del verano”.
También denunciaron la demora en la aplicación de la ley de Educación Sexual Integral (ESI) y exigieron “la separación definitiva entre la iglesia y el Estado”.
Finalmente, entre otros puntos, también se solicitó la libertad para todas las luchadoras sociales, entre ellas Milagro Sala, y un pedido “para acompañar a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo quienes nos enseñan el camino de la lucha desde hace más de 40 años”.
"Crece y crece"
"Esto es sorprendente, estamos viendo cómo el movimiento crece y crece", manifestó Majo Gerez, integrante de los colectivos "Ni Una Menos" y "Mala Junta".
"Hoy hemos logrado que mujeres que trabajan en call center paren aunque sea media hora", indicó, y agregó con orgullo: "No paran de llegarnos repercusiones de lo que está pasando en todo el mundo con la ola violeta".
Mujeres que participan de la marcha manifestaron que "es un día de reflexión, tenemos que estar acá en la calle, el lugar de los reclamos legítimos y tenemos que luchar por una sociedad más inclusiva".
"Se pelea por muchas cosas como la legalización del aborto y los derechos de la mujer. Me conmueve mucho, hay que participar", afirmó otra mujer en Radio 2.
Consignas, carteles, multitud y lucha
La convocatoria en plaza San Martín fue multitudinaria. Desde antes de las 17 se concentraron las organizaciones políticas, sociales, sindicales y de derechos humanos que suelen encontrarse en la calle. Pero las referentes de los movimientos de mujeres encabezaron esta vez la movilización, que contó con un operativo especial de tránsito durante todo el recorrido.
En el trayecto hubo murgas, danza e intervenciones artísticas. Cuerpos pintados, carteles y torsos desnudos como en el tetazo del año pasado.
También hubo pintadas en las paredes y consignas de las más variadas. “Basta de violencia obstétrica”, “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”, “No al ajuste” o “Feminazi, porque reclamar por nuestros derechos es igualito que invadir Polonia”, entre tantos carteles que portaron las manifestantes.
En el camino, por calle Santa Fe, hubo inscripciones de repudio a la despenalización del aborto con frases como: “No a la pena de muerte del niño por nacer”. Los carteles no llevaban firma y, si bien generaron malestar a algunas manifestantes, a otras les resultaron un tema menor. En cambio, dijeron sentirse más satisfechas por la cantidad de apoyos y expresiones de solidaridad recogidas en el camino.
Terminada la marcha, con la sorpresa de la gran multitud reunida y la alegría de otra jornada de lucha, quedaron resonando las voces de las mujeres que leyeron el documento con los reclamos. Fueron muchas las que volvieron a gritar: “Estamos haciendo historia. Vivas y libres nos queremos”.