Las autoridades de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario dieron a conocer que unos cien alumnos aprobaron la primera instancia de recuperatorio de la semana pasada para el ingreso a la carrera y se suman a los 273, de un total de 1.600 inscriptos, que ya habían pasado la prueba. De todos modos, la decana Raquel Chiara dijo que 500 abandonaron por su propia decisión, por lo cual fueron 1.100 lo que se presentaron al primer examen.
Aunque para la decana el problema es la falta de estudio, desde el Centro de Estudiantes de Medicina denunciaron que existe una política deliberada para restringir el ingreso y beneficiar, de esta manera, a las universidades privadas. “Hay una decisión de que entre menos gente, sea como sea”, señaló Guillermo Grigioni, presidente del centro, a Radio 2.
“Desde 2001, cuando comenzó a implementarse, todos los años hay menos ingresantes en Medicina, mientras que en las facultades privadas hay cada vez más”, sostuvo el estudiante, quien señaló además que “la decana ha hablado en otros momentos del cupo ideal, en 2002 era de 2800 estudiantes, después bajó a 1200, pero hoy se habla de 700 o incluso 500. Lo van reduciendo con los años”.
La cantidad de inscriptos a la carrera de Medicina fue de 1.600 estudiantes para el año 2007. El 16 de diciembre se presentaron 1.100 al primer examen y sólo 273 rindieron bien. El miércoles pasado se llevó a cabo el primer recuperatorio al que debían presentarse unos 800 estudiantes, aunque fueron menos: 697. Más temprano, la decana Raquel Chiara le dijo a Rosario3.com que para febrero “siempre se presenta un 10 por ciento menos”.
Chiara, que también habló con Radio 2, dijo que de los resultados del examen se puede concluir que entre los aspirantes hay “dos poblaciones” bien diferenciadas: una que aprueba “con muy buenas notas” y otra que tiene “notas muy bajas”. “No hay intermedio”, enfatizó la decana, que aclaró que la diferencia no pasa por si los chicos provienen de la educación pública o privada.
La funcionaria estimó que en febrero –de acuerdo a la tendencia histórica– aprobarán unos cien alumnos más, es decir que en total serán unos 500, menos de la tercera parte de los que se inscribieron originalmente y menos de la mitad si se toma en cuenta los que se presentaron al primer examen.
La decana se mostró preocupada por esta situación, si se tiene en cuenta que la exigencia es “mínima”, ya que se les da un cuadernillo con el que tienen 90 días para trabajar. Para Chiara está claro que no hay cultura del esfuerzo y advirtió a los aspirantes a Medicina: “Si de entrada no asumen que van a tener que estudiar 8 horas por día mejor que no inicien esta carrera, que implica una responsabilidad con la sociedad. Acá hay que venir a estudiar”, afirmó.
La decana cuestionó además a los padres que reclaman por las bajas notas de sus hijos. “Los padres se tienen que dar cuenta que cuando se viene a la universidad se es un adulto y son los alumnos los que deben reclamar. Esto no es la primaria ni la secundaria”, enfatizó.
Las autoridades de Medicina confirmaron una nueva fecha de examen para los que no hayan aprobado: será el 6 de febrero a las 8, tal como pidieron padres y alumnos en una movilización frente a la sede de gobierno de la UNR.
Aunque para la decana el problema es la falta de estudio, desde el Centro de Estudiantes de Medicina denunciaron que existe una política deliberada para restringir el ingreso y beneficiar, de esta manera, a las universidades privadas. “Hay una decisión de que entre menos gente, sea como sea”, señaló Guillermo Grigioni, presidente del centro, a Radio 2.
“Desde 2001, cuando comenzó a implementarse, todos los años hay menos ingresantes en Medicina, mientras que en las facultades privadas hay cada vez más”, sostuvo el estudiante, quien señaló además que “la decana ha hablado en otros momentos del cupo ideal, en 2002 era de 2800 estudiantes, después bajó a 1200, pero hoy se habla de 700 o incluso 500. Lo van reduciendo con los años”.
La cantidad de inscriptos a la carrera de Medicina fue de 1.600 estudiantes para el año 2007. El 16 de diciembre se presentaron 1.100 al primer examen y sólo 273 rindieron bien. El miércoles pasado se llevó a cabo el primer recuperatorio al que debían presentarse unos 800 estudiantes, aunque fueron menos: 697. Más temprano, la decana Raquel Chiara le dijo a Rosario3.com que para febrero “siempre se presenta un 10 por ciento menos”.
Chiara, que también habló con Radio 2, dijo que de los resultados del examen se puede concluir que entre los aspirantes hay “dos poblaciones” bien diferenciadas: una que aprueba “con muy buenas notas” y otra que tiene “notas muy bajas”. “No hay intermedio”, enfatizó la decana, que aclaró que la diferencia no pasa por si los chicos provienen de la educación pública o privada.
La funcionaria estimó que en febrero –de acuerdo a la tendencia histórica– aprobarán unos cien alumnos más, es decir que en total serán unos 500, menos de la tercera parte de los que se inscribieron originalmente y menos de la mitad si se toma en cuenta los que se presentaron al primer examen.
La decana se mostró preocupada por esta situación, si se tiene en cuenta que la exigencia es “mínima”, ya que se les da un cuadernillo con el que tienen 90 días para trabajar. Para Chiara está claro que no hay cultura del esfuerzo y advirtió a los aspirantes a Medicina: “Si de entrada no asumen que van a tener que estudiar 8 horas por día mejor que no inicien esta carrera, que implica una responsabilidad con la sociedad. Acá hay que venir a estudiar”, afirmó.
La decana cuestionó además a los padres que reclaman por las bajas notas de sus hijos. “Los padres se tienen que dar cuenta que cuando se viene a la universidad se es un adulto y son los alumnos los que deben reclamar. Esto no es la primaria ni la secundaria”, enfatizó.
Las autoridades de Medicina confirmaron una nueva fecha de examen para los que no hayan aprobado: será el 6 de febrero a las 8, tal como pidieron padres y alumnos en una movilización frente a la sede de gobierno de la UNR.
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La decana de Medicina habló con Radio 2