A partir de abril, McDonald’s presenta una nueva alternativa de entretenimiento: la opción de elegir entre un juguete o un libro en la Cajita Feliz.
A través de esta iniciativa, McDonald’s busca brindar diferentes herramientas a las familias, para estimular la creatividad de los más pequeños e inspirar el hábito de la lectura.
La primera colección será de 6 libros de tapa dura de Gaturro, personaje creado por el reconocido dibujante y autor de historietas Nik, que se irán entregando mes a mes de manera coleccionable en los locales de McDonald’s. Cada libro trae una serie de historias y diseños atractivos para los niños, y además, entretenidas actividades y juegos para que se divierta toda la familia.
A su vez, al juntar los 6 ejemplares, se podrá armar un rompecabezas secreto con los lomos y dorsos de los libros.
Juguete o libro
En el marco del lanzamiento de la nueva opción de juguete o libro en la Cajita Feliz deMcDonald’s, la marca realizó un panel para presentar un estudio realizado junto a Kantar TNS. El proyecto de investigación analizó los hábitos de lectura de los niños argentinos, su impacto en la creatividad, el vínculo con el mundo lúdico y el desarrollo de la imaginación, así como la relación con los vínculos familiares.
El panel estuvo moderado por el periodista y conductor Luis Majul e integrado por Ricardo Méndez, Director General de McDonald’s Argentina, Miguel Espeche, Psicólogo, Sebastián Campanario, periodista y escritor, Nik, dibujante, y Mercedes Ruiz Barrio, Directora Comercial Regional de TNS para América Latina,quienes analizaron las conclusiones y brindaron más detalles sobre el estudio.
“Estimular la imaginación de los niños es clave para su desarrollo. Por este motivo, desde McDonald’s trabajamos para reforzar nuestro compromiso con las familias y así incluir la opción de los libros junto a los juguetes de la Cajita Feliz, para que todos puedan descubrir nuevas formas de aprender jugando”, afirmó Ricardo Méndez, director general de McDonald’s Argentina.
Durante el panel, Espeche sostuvo que “los buenos libros para chicos no son disparatados, tienen coherencia onírica y generan misterio”. Ruiz Barrio, comentó que parte de los resultados del estudio dejaron ver que “los docentes plantean la necesidad de que la familia se involucre más”. Por su parte, Nik destacó que hoy “en un mundo de nativos digitales, la lectura infantil es muy importante y crece porque los chicos necesitan tener el objeto/juguete en su mano, que sea palpable”.