Convivimos cada día con millones de gérmenes en nuestro propio hogar. Y aunque no necesariamente son nocivos para nuestra salud, conviene saber cuáles son los objetos más habitados por ellos para combatirlos.
El sitio Mejor con Salud los enumeró y dio una serie de consejos para actuar al respecto.
Inodoro: está en permanente contacto con muchísimos organismos considerados nocivos para nuestra salud. Por lo tanto, lo aconsejable es limpiarlo una vez a la semana y bajar la tapa al tirar de la cadena; así, se evita la propagación de partículas por toda la habitación.
Esponja: combina restos de alimentos con humedad, por lo que constituye el ambiente ideal para la proliferación de microorganismos. Lo ideal sería cambiarla una vez por semana, aunque otra opción es lavarla con una mezcla de agua y cloro.
Sábanas: el lugar donde dormís cada noche es un nido de bacterias, ya que almacena restos de piel, cremas e incluso suciedad que nosotros mismos transportamos a la cama. Al levantarte, es recomendable que ventiles un poco las sábanas antes de hacer la cama, para evitar que estos microorganismos queden atrapados y se expandan. Se recomienda cambiarlas una vez por semana.
Bachas: igual que las esponjas, están en contacto permanente con restos de comida y humedad, lo que favorece la instalación de microbios. Esto se puede evitar con una adecuada limpieza y desinfección luego de cada uso. Algo similar ocurre con las bañeras, aunque ahí no suele haber restos de comida pero sí de piel y pelos.
Cepillos de dientes: se destacan en ellos la presencia de los estafilococos, las bacterias coliformes, las pseudomonas, y la bacteria intestina, organismos que pueden hacerte pasar un mal rato si no los controlás a tiempo.