Luego de retener en Rosario su
título mundial supergallo de box femenino (versión CMB) por puntos, Alejandra Locomotora Oliveras tomó el micrófono del anunciador y se dirigió al público presente en Sportivo América, con quien se disculpó: "Les pido perdón, pero las zapatillas me apretaban y me olvidé de ir al baño. Me estaba cagando encima".
Así de clara y espontánea fue el viernes la jujeña radicada en Córdoba, tras conocerse el fallo que la declaraba ganadora ante la colombiana Anays Gutiérrez. “Tengo un gran defecto, es que es que soy muy sincera”, reconoció este lunes la Locomotora en diálogo con Radio 2.
Consultada por el programa De tarde en tarde, Alejandra explicó el problemático suceso. “Siempre voy al baño varias veces antes de la pelea, la misma adrenalina y la ansiedad te hacen ir. Pero esta vez llegué (al estadio) sobre la hora, me retuvieron los periodistas en la previa, no tuve ni tiempo de calentar. Y durante la pelea, al hacer fuerza, se me vino a la memoria que no había ido y sentí que la situación era grave”, relató la boxeadora, que confesó haber pasado una situación “terrible”.
“En ese momento tenía la cabeza pensando: «Ya me hago». Estaba muy mal, si hubiese estado bien la podría haber noqueado”, dijo Alejandra sobre su rival.
Pero el problema fisiológico no fue el único que debió soportar la Locomotora, quien como también aclaró tras el combate, tuvo que aguantar un calzado que no le resultó del todo cómodo. “Me olvidé las botitas de boxeo en Córdoba, entonces tuve que salir a comprar zapatillas. Y conseguí unas que me apretaban mucho. Se me juntó todo, por eso después me largué a llorar de la impotencia”, contó.
La jujeña también manifestó todo su agradecimiento con la gente de Rosario y prometió realizar otra defensa del cinturón en la ciudad. “Esos gritos de «Argentina, Argentina» me emocionaron y me dieron muchas fuerzas para seguir adelante, agradezco de corazón lo que han hecho por mí”.
Y sobre el final de la nota, Oliveras, volvió a la complicación orgánica que tuvo el viernes y cerró con un chiste: “El papel higiénico Camapanita ya quiere ser mi sponsor”.
Así de clara y espontánea fue el viernes la jujeña radicada en Córdoba, tras conocerse el fallo que la declaraba ganadora ante la colombiana Anays Gutiérrez. “Tengo un gran defecto, es que es que soy muy sincera”, reconoció este lunes la Locomotora en diálogo con Radio 2.
Consultada por el programa De tarde en tarde, Alejandra explicó el problemático suceso. “Siempre voy al baño varias veces antes de la pelea, la misma adrenalina y la ansiedad te hacen ir. Pero esta vez llegué (al estadio) sobre la hora, me retuvieron los periodistas en la previa, no tuve ni tiempo de calentar. Y durante la pelea, al hacer fuerza, se me vino a la memoria que no había ido y sentí que la situación era grave”, relató la boxeadora, que confesó haber pasado una situación “terrible”.
“En ese momento tenía la cabeza pensando: «Ya me hago». Estaba muy mal, si hubiese estado bien la podría haber noqueado”, dijo Alejandra sobre su rival.
Pero el problema fisiológico no fue el único que debió soportar la Locomotora, quien como también aclaró tras el combate, tuvo que aguantar un calzado que no le resultó del todo cómodo. “Me olvidé las botitas de boxeo en Córdoba, entonces tuve que salir a comprar zapatillas. Y conseguí unas que me apretaban mucho. Se me juntó todo, por eso después me largué a llorar de la impotencia”, contó.
La jujeña también manifestó todo su agradecimiento con la gente de Rosario y prometió realizar otra defensa del cinturón en la ciudad. “Esos gritos de «Argentina, Argentina» me emocionaron y me dieron muchas fuerzas para seguir adelante, agradezco de corazón lo que han hecho por mí”.
Y sobre el final de la nota, Oliveras, volvió a la complicación orgánica que tuvo el viernes y cerró con un chiste: “El papel higiénico Camapanita ya quiere ser mi sponsor”.