El casamiento entre Lionel Messi y Antonela Roccuzzo colocó a Rosario durante varios días en el eje de atención de medios nacionales e internacionales. La boda que se llevó a cabo en el City Center, en uno de los ingresos a la ciudad, que está inmerso en el barrio La Granada que suele ser mencionado en las crónicas periodísticas por hechos de violencia y crímenes. El contraste entre lo que se vio en la alfombra a través de las cámaras de televisión y la realidad que vive ese parte de la población local estaban distanciadas por apenas unos cien metros, por un vallado y por un gran despliegue de seguridad que no tuvo fisuras.
Minutos antes de las 16, medio predio del predio del City Center ya estaba rodeado de curiosos que aguardaban poder recibir el saludo de alguna estrella del mundo del deporte o bien poder tener a algún invitado cerca para tomarse una selfie. El color que se vivió en los alrededores tuvo muchas características parecidas a la cultura de la cancha de fútbol. Y no era para menos, se casaba nada más y nada menos que el mejor jugador del mundo, que encima se crió en la zona sur de Rosario.
Las camisetas de Newell's y del Barcelona estuvieron presentes en cada metro que se caminaba por Moreno y Battle y Ordoñez, el acceso por donde ingresaron los autos de los asistentes a la boda. Hubo desde cánticos hasta bengalas de humo rojas y negra, colores identificados con la Lepra, club del que salió Messi.
El contraste entre un evento con personalidades caracterizadas por tener mucho dinero además de ser destacados en los ámbitos donde se desarrollan fue muy notorio. Personas con carteles con críticas al gobierno nacional por el recorte de pensiones por discapacidad o por el plan Progresar se hicieron presente detrás de periodistas que salían en vivo para sus medios de comunicación. También hubo cartelería donde se pedía una solución para los 600 puestos de trabajo que están en peligro tras el cierre de la firma Pepsico en Florida, Buenos Aires.
Nadie promocionó tan bien a Rosario como lo hicieron Lionel Messi y Antonela Roccuzzo. Se mostró, por unos días, a una ciudad alejada de las crónicas nacionales e internacionales ligadas a la violencia y a la droga. No quiere decir que no lo esté, sino que un sector de la prensa no remarcó esa etiqueta, que no es desmerecida pero tampoco está alejada de lo que sucede en otros puntos de Argentina. Por su parte, el operativo de seguridad no tuvo fisuras y estuvo a la altura de un evento de primer nivel. No se vieron cuidacoches, quienes habían escrito una carta al astro del fútbol para que los dejaran trabajar, ni puestos informales de venta de comida en las afueras del lugar. Es decir, escenas poco comunes para los que frecuentan ese predio.
La otra mirada de la ciudad
Paula Bustamante es una periodista venezolana que trabaja como corresponsal para la Agencia de noticias AFP. "Yo ya conocí a Rosario porque vine una vez a hacer un trabajo en el barrio de Messi. Es una ciudad bellísima. Me alojé en un hotel céntrico y visité la costanera, la zona norte. Aquí (en La Granada) hay otra realidad. El contraste que tiene el casino con el barrio si se mira para afuera es fuerte", comentó.
"Vine a Rosario sabiendo por medios nacionales que era una ciudad con mucha violencia, signada por el narcotráfico. Puedo decir que al lado de Caracas esto es Disney. Aquí, después de las ocho de la noche hay gente haciendo ejercicio en los espacios públicos, comiendo en los parques", afirmó al tiempo que agregó: "No puedo, de todas formas, dejar de pensar cómo una ciudad tan rica, generadora de empleo y con tanto dinero puede tener tantas villas miserias".
Por la boda, muchos medios españoles arribaron a la ciudad, ya que la Pulga es nada más y nada menos que la joyita del Barcelona desde hace muchos años. "Me han hablado muy mal de Rosario. Pero me he topado con una ciudad muy hermosa, de veras. Por lo que hemos recorrido, me ha parecido muy bonita, muy colorida", señaló el camarógrafo de la agencia de noticias de España EFE, que es oriundo de Barcelona.
Iván Pérez Sarmenti es un periodista porteño y corresponsal de la señal internacional CNN. Para él, que se alojó durante su estadía en Rosario en un hotel céntrico, la ciudad es linda pero el lugar donde se hizo el evento "intimida" al llegar. "Paramos en el centro porque en esta zona no hay hoteles. Sé que te podés encontrar con algún miembro de Los Monos acá a la vuelta", dijo.