Ahora más que nunca podemos estar seguro que la ‘cara es el espejo del alma’ o, mejor dicho, de nuestra salud. Nuestro cuerpo refleja nuestra salud de una manera sutil de la que, poco a poco, los investigadores están desvelando sus claves. Por ejemplo, las canas podían ser una advertencia de un mayor riesgo cardiovascular o, como se acaba de descubrir, de una mayor facilidad de infecciones o de estrés crónico.
Es bien sabido que nuestro riesgo cardiovascular aumenta según nos vamos haciendo mayores. Y, asimismo, que el paso de los años se lleva consigo la coloración de nuestro pelo. O lo que es lo mismo, ‘peinamos canas’, ya sea en la cabeza o en el resto del cuerpo. Sin embargo, es muy posible que esta decoloración capilar, tan evidente en algunas personas, tenga consecuencias mucho más allá que las meramente estéticas. Y es que según un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de El Cairo (Egipto), existe una relación directa entre esta decoloración y la salud cardiovascular, hasta el punto de que tener un pelo canoso se asocia a un mayor riesgo de padecer una patología coronaria. O así sucede, cuando menos, en varones, según abc.
Los resultados del estudio de Irini Samuel mostraron que tener el cabello canoso se asocia a un mayor riesgo de padecer la enfermedad de las arterias coronarias. Un riesgo, además, que es independiente de la edad cronológica y de otros factores de riesgo cardiovascular ‘tradicionales’ –caso de la hipertensión arterial, la diabetes, la dislipidemia, el tabaquismo y los antecedentes familiares de arteriopatía coronaria.
Estrés e infecciones
Pero las canas también son una señal de una enfermedad grave o estrés crónico. Un reciente estudio publicado en «PLOS Biology» sugiere una conexión entre los genes que contribuyen al color del pelo y los genes que notifican a nuestros cuerpos una infección.
Cuando un cuerpo está bajo el ataque de un virus o bacteria, el sistema inmune innato se pone en marcha. Todas las células tienen la capacidad de detectar invasores extraños y responden produciendo moléculas de señalización llamadas interferones. Los interferones indican a otras células que actúen activando la expresión de genes que inhiben la replicación viral, activan las células efectoras inmunitarias y aumentan las defensas del huésped.
«Este nuevo descubrimiento sugiere que los genes que controlan el pigmento en el cabello y la piel también funcionan para controlar el sistema inmune innato», afirmó William Pavan, autor del estudio y del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano (NHGRI). «Estos resultados pueden mejorar nuestra comprensión del encanecimiento del cabello. Más importante aún, descubrir esta conexión nos ayudará a entender las enfermedades de la pigmentación con el sistema inmune innato como el vitiligo». El vitiligo, que causa parches cutáneos decolorados, afecta entre el 0,5 y el 1 por ciento de todos los humanos.
Y aun hay más. El encanecimiento prematuro puede indicar una deficiencia de vitamina. Si lo normal es empezar a tener canas a los 50 años, si se produce antes puede ser un síntoma de desequilibrio nutricional. Además, son un desagradable recuerdo de que alguna vez en su vida fue usted fumador. Un estudio de 2013 publicado en el Indian Dermatology Online Journal descubrió que los fumadores tienen dos veces y media más probabilidades de desarrollar canas prematuras que las personas que no fuman.