La deshidratación se hace evidente ante la sequedad de la piel, dolores de cabeza, fatiga y/o sed. Para hacerle frente, la soda es una opción ideal, ya que funciona como alternativa al agua y no tiene calorías, como si tienen las bebidas azucaradas. Además, permite dar la sensación de saciedad, ya que al consumirla con alimentos, contribuye a que la comida permanezca en la primera parte del estómago por más tiempo.
Es recomendable evitar ciertas bebidas que no favorecen a la hidratación tales como el mate; café; té común, verde y rojo; gaseosas cola; vino y otras bebidas alcohólicas.
Por otro lado, el agua gasificada ayuda a la digestión debido a que el dióxido de carbono inherente en su composición neutraliza la secreción gástrica, lo que favorece la deglución.
Por último, es ideal para aquellas personas propensas a la constipación y, como si fuera poco, favorece la calcificación, baja el colesterol malo y sube el bueno.
Fuente: sodastream