Un adolescente británico de 13 años falleció tras sufrir una fortísima reacción alérgica cuando un compañero de curso le arrojó a la cara una feta de queso. Karanbir Cheema sufría de severas alergias al alergias al trigo, lácteos, gluten, huevo, y nueces; y sus compañeros del colegio lo sabían.
El caso ocurrió en junio de 2017 en la escuela William Perkin, en Greenford, pero volvió a ser noticia al llegar a la Justicia británica.
Según publicó el diario británico The Independant, la jueza forense Mary Hassell aseguró que cuando un adolescente sacó la feta de queso del sandwich de un amigo y se la arrojó a Cheema actuó de manera "infantil" y "simplemente no estaba pensando".
La rodaja cayó sobre el cuello de Cheema y provocó una reacción "sin precedente". Comenzó a tener dificultad para respirar y se rascaba vigorosamente la piel. "Se quitó la camisa, gritó y corrió por la habitación en pánico. No podía respirar", describió la jueza forense.
Poco después, Cheema sufrió un paro cardíaco y fue trasladado al hospital. Pero la falta de oxígeno le provocó una lesión cerebral grave y murió dos semanas después.
Adam Fox, un pediatra especialista en alergias del Hospital de Niños Evelina de Londres, dijo ante la Corte que las reacciones graves por el contacto con la piel son "muy poco frecuentes" y que "no tenía conocimiento de ningún otro caso fatal". La causa de la reacción fue lo que lo hizo "extraordinariamente inusual".
Hassell también criticó la manera en que la escuela manejó el caso. La atención médica que recibió Cheema en la escuela fue "inadecuada", sostuvo. Según se descubrió, después de un largo rato le administraron una inyección de epinefrina con un EpiPen vencido hace 11 meses. Aunque la jueza consideró que no es posible decir si tener adrenalina vigente hubiera cambiado el trágico desenlace.
Hassel también opinó que la escuela perdió una "oportunidad" de concientizar a los alumnos sobre el peligro de las "alergias graves".
"Pese a lo que le pasó a mi hijo, creo que esto ayudaría a muchos niños. Ojalá las escuelas, las instituciones, el hospital y los paramédicos se dieran cuenta de la gravedad de las alergias", dijo la madre de Karanbir, Rina Cheema, tras la investigación.