Monchi Cantero, el jefe de la banda de Los Monos atrapado este lunes en Buenos Aires después de permanecer tres años prófugo, era trasladado este martes a Rosario, donde a pesar de todos los antecedentes del grupo delictivo y los propios de él, por ahora enfrenta una sola causa: la de asociación ilícita que se tramita en los Tribunales provinciales, que ahora quedó a cargo de Alejandra Rodenas, donde fue procesada parte de su familia y que ahora esperan la fecha para que se tramite el juicio oral y público.
También está mencionado en el homicidio de Lourdes Cantero, una nena que fue alcanzada por un proyectil cuando balearon el frente de su casa. Y una tercera causa nueva, por amenazas, que se desprende de una nota que el Monchi dio al periodista Martín Cicioli, de Telenoche. Es probable que la Justicia federal, de todos modos, lo impute por narcotráfico, en el marco de las investigaciones por el accionar de Los Monos en ese rubro.
Los detalles del traslado de Monchi se ultimaron en Buenos Aires. "Es importante generar un operativo que garantice su seguridad. Era un líder de banda criminal importante; hay que tomar todas las precaciones para entregarlo a la Justicia sano y salvo", dijo el secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco, en diálogo con el programa Radiópolis, de Radio 2.
La detención de Monchi expuso otra vez cortocircuitos entre la Nación y la provincia, que parecieron correr una carrera para ver quién atrapaba al prófugo: la ganó la Policía Federal, con el aporte fundamental de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
Es que, tal como señala el diario El Ciudadano en una nota de la periodista Silvina Tamous, la Justicia santafesina tenía intervenido uno de los teléfonos de Monch. e incluso se había montado un operativo para detenerlo con las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) de la policía provincial. Pero los federales accedieron a las escuchas y se adelantaron, en una maniobra que desde la provincia se tomó como "un vuelto porque la Santafesina les detuvo a los Lanatta y a Schilaci".
Algo de este clima transmitió, también en diálogo con Radiópolis, Alejandro Druetta, de la Dirección General de Prevención y Control y de Adicciones (DGPCA) de la policía santafesina, cuando respondió sobre por qué se refugió en Buenos Aires: "Evidentemente se sintió cómodo; tuvo más banca allá".
Néstor Roncaglia, jefe de la Policía Federal, dijo en cambio que es común que los prófugos busquen poblaciones grandes donde resulte más fácil ocultarse. Y admitió: "No tenemos datos de que (Monchi) haya ido a Santa Fe en este tiempo".
¿Fin de Los Monos?
Druetta, en tanto, dijo que no se descarta que la banda de Los Monos "esté devastada". Al menos está desmembrado el "plano jerárquico", dijo. Pero advirtió que es "inexacto" hablar de la muerte de la banda.
"No vamos a dejar de estar atentos", avisó.
Además, dijo que tenía el dato de que Monchi había encontrado refugio con una comunidad de gitanos.
Burzaco se negío a abundar sobre este último tema, pues dijo que sigue la investigaciones para determinar quiénes fueron los cómplices que ayudaron a Monchi a mantenerse prófugo tres años.