Ya vivió un calvario, ahora vive otro. Paula, una chica de 19 años de la localidad bonaerense de Florencio Varela, fue violada por ocho personas y luego de su denuncia, ahora le balearon la casa.
Según denuncia su familia, Paula vivió una pesadilla cuando 10 de diciembre pasado fue a la fiesta de cumpleaños de una vecina y amiga de la infancia. “Ese día fue abusada por más de ocho hombres, hay cinco que ella los conoce del barrio y otros tres que no los puede identificar. Uno es guardia comunal acá, en Florencio Varela”, cuenta Sandra, madre de la joven, que antes fue “drogada”: “Cuando mi hija llegó a la fiesta, le dieron una bebida que tenía droga, por los síntomas creemos que era burundanga”.
Las intimidaciones comenzaron apenas ella fue a hacer la denuncia a la comisaría. “Cuando ella estaba ahí declarando, no sé cómo se enteraron y ellos aparecieron ahí”, dijo Sandra, la madre, al diario Crónica.
Fue sólo la primera advertencia. A Sandra, siempre según los dichos de su madre, la amenazaron de muerte y el resto de la familia recibe insultos en el barrio. Hace pocos meses solicitaron ayuda por los medios de comunicación, denunciando los mensajes intimidatorios que reciben. Sin embargo, los acusados nunca fueron detenidos. Existe una restricción perimetral, pero ninguno la cumple y pasan por la puerta de su casa sin que nadie se los impida.
El hecho traumático que sufrió Paula afectó su empleo y sus ganas de vivir. "Ella, por cómo quedó después de los abusos, perdió su trabajo, intentó suicidarse, está en tratamiento psicológico y psiquiátrico", insiste Sandra, quien también apunta contra su vecina porque "le insistió para que fuese, la fue a buscar a la casa. Para nosotros es la entregadora. Cuando mi hija llegó a la fiesta, le dieron una bebida que tenía droga, por los síntomas creemos que era burundanga, ella perdió el control enseguida y fue recordando de a poco". "Queremos Justicia y necesitamos irnos del barrio, pero no tenemos dinero para hacerlo", concluyó.