La tecnología se supera a diario. Todos mueren por tener el último avance para disfrutar al máximo de las comodidades del mundo moderno, pero esta moda tiene una feroz contracara. Mientras aumentan a diario las ventas de computadoras, o celulares, son millones las toneladas de estos aparatos que se convierten en desechos de una toxicidad preocupante. América Latina y África, son los dos basureros mundiales.

Según una advertencia del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), "las naciones más ricas del mundo están depositando peligrosos desechos electrónicos en los países más pobres".

Para discutir el problema, el organismo lleva a cabo una conferencia en Nairobi donde se espera fortalecer la legislación contra el movimiento mundial de desechos electrónicos.

El Pnud calcula que anualmente se generan hasta 50 millones de toneladas de aparatos electrónicos que son desechados. "La eliminación inapropiada de estos desechos libera peligrosas sustancias químicas y metales pesados en el medio ambiente", dijo a BBC mundo Nelson Sabogal, funcionario a cargo de asuntos científicos del PNUMA.

"El nivel de producción tecnológica de algunos países desarrollados está llegando a niveles muy altos", explicó el especialista.

"Pero cuando estos aparatos tienen que ser eliminados nos enfrentamos con un grave problema y es por eso que necesitamos buscar formas de reciclarlos o eliminarlos sin que dañen al ser humano ni al medio ambiente", señala el funcionario.

Se cree que la basura electrónica es el desecho que más ha aumentado en la del mundo desarrollado. La reducción en el costo de reemplazar una computadora, teléfonos móviles y otros aparatos electrónicos, y la velocidad con la cual la tecnología se vuelve obsoleta no hacen más que aumentar los desechos para eliminar.

Cuando estas tecnologías se vuelven obsoletas son incineradas y liberan plomo, cadmio, mercurio y otros desechos tóxicos y peligrosos que van a parar casi sin escala a regiones de América Latina y África.