Marianela tiene 24 años, es de Santa Cruz, y vive en Córdoba. El 1º de enero estaba en Rosario de visita y empezó para ella una verdadera pesadilla: mientras circulaba tranquilamente por Sarmiento al 3000 en bicicleta, un auto la arrolló desde atrás, la hizo volar por los aires, y el conductor escapó. Ella sufrió la fisura de cinco vértebras y la fractura de dos costillas, además de golpes y hematomas en distintas partes del cuerpo. Y tiene para al menos un mes más de reposo en la cama.
El video de la tremenda escena que le tocó vivir a Marianela el 1º de enero a las 8.11 de la mañana es aterrador. Ella va tranquila con su bicicleta por la derecha, pegada a los autos estacionados, en la calle desierta. De pronto un Toyota Etios la embiste de atrás, la arrastra varios metros y cae, para luego escapar sin más.
Marianela, según contó al programa Radiópolis de Radio 2, no recuerda nada. Se despertó un momento en la ambulancia y luego ya en el hospital, cuando le habían realizado todos los estudios.
A la ambulancia la llamó un comisario al que justo encontró el hasta ahora único testigo del hecho, un hombre que no pudo ver la patente del auto. El video lo consiguió su madre, que viajó a Rosario apenas se enteró lo ocurrido y accedió a la filmación de una playa de estacionamiento de la cuadra y la grabó con su propio celular. Sí, se tuvo que convertir en investigadora. Y ahora piden que si alguien tiene algo para aportar la llamen o le escriban al 3518120058.
En las cuadras anterior y siguiente hay cámaras de seguridad que podrían haber tomado la patente del Toyota, pero no pueden acceder porque lo tiene que pedir la Fiscalía, hay feria judicial y hay que esperar a febrero.
Marianela dijo que teme que esas imágenes se pierdan y lanzó un llamado por si otros testigos o vecinos del conductor pueden identificar el auto. También apeló a la conciencia de la propia persona que la atropelló: “Nunca es tarde para arrepentirse de los errores que cometemos; no hagamos esto más difícil. Por el bien mío y por el bien suyo, quiero volver a mi casa y estar tranquila”.
Sí, Marianela quiere volver a su vida normal. Nada más. Trabajar, recibirse de antropóloga en la Universidad Nacional de Córdoba (le faltan pocas materias). Por lo pronto, está en reposo en casa de amigos rosarinos, después de una pesadilla que nunca imaginó.