Noelia Arancibia es una joven de 26 años a la que le detectaron un tumor en la cabeza. Fue jugadora de hockey de Newell's y en el momento en que la enfermedad comenzó a manifestarse se desempeñaba como entrenadora del club Bancario. Sus familiares, amigos y el club Gimnasia y Esgrima de Rosario (donde juega su hermana Mayra) organizaron una gran movida solidaria para ayudarla a costear la operación, que debe realizarse en Buenos Aires ya que los médicos necesitan un resonador para ir evaluando el material que irán extirpando. En la red social Facebook la joven hizo un relato detallado y estremecedor de su historia: “Me hacen muy feliz y ustedes ya me curaron; solo falta la parte práctica, pero no hay nada que me tumbe”, escribió.
“Para todos aquellos que no conocen mi caso, quería contarles con más detalles lo que sucedió y cómo comenzó todo. No sólo para concientizar, sino para que cada uno esté más al tanto y sepa que hasta yo me sorprendí por lo rápido que todo sucedió”, inició Noe su conmovedora narración.
A partir de allí, la joven deportista cuenta cuáles fueron las primeras manifestaciones de su problema, que al principio fue diagnosticado como “crisis de ausencia”.
Luego de pasar por varios médicos, psicoanalistas y todo tipo de consultas que la llevaron a una situación límite en su vida, finalmente un neurólogo le habló con franqueza de su problema de salud.
Es emocionante la entereza de la joven y muy fuerte el relato de cómo le comunicó a su familia lo que le pasaba y lo que debían enfrentar todos juntos: “Estallé en llanto, mi madre me abrazó fuerte la cabeza y me dijo «de esta vamos a salir»”.
“Si tuvieras 70 años te diría que no lo saquemos, pero tenes 25 años (en ese momento todavía no había cumplido los 26) y tenés fortaleza para que lo podamos sacar”, le dijo el neurocirujano a Noelia, según su propio testimonio.
El tumor que deben sacarle a la joven rosarina es del tipo DNET. Noe contó que una parte “está bordeando una zona complicada y no están seguros de poder sacarla”. Por eso la intervención requiere de la asistencia de un resonador, aparato que solo se encuentra en la Clínica Adventista de Belgrano, en Buenos Aires.
Noelia contó que se afilió hace muy poco tiempo a una prepaga, que no le cubre esa parte de la operación, que cuesta unos 436.000 pesos. Por eso piden ayuda a la población y se habilitó una cuenta bancaria para tal fin.
Respecto de lo que viene para ella, la deportista expresó: “Soy demasiado positiva y de verdad son cosas en las cuales no pienso. Solo digo «a mi me van a recostar en una camilla y abriré los ojos cuando todo pase preguntare ¿cómo salió todo?» Y será lo único que viva”.
“La vida nos enseña que de esto se trata y no de hacernos problema por cosas insignificantes. Esto es lo que debemos valorar, de lo que debemos aprender”, dejó Noe como mensaje.
“Yo hoy no quiero dejar de amar nunca más, ni a mì ni a ustedes, porque es el sentimiento más lindo que hay”, concluyó.