La Justicia bonaerense determinó este lunes que el sacerdote Julio César Grassi sea detenido de manera “inmediata” y quede preso por abuso sexual y corrupción de menores, conforme a la condena de 15 años de cárcel que fue ratificada la semana pasada.

Los jueces Mariana Maldonado, Pablo Lucero y Claudio Cheminade, del Tribunal Oral Criminal Nº 1 de Morón, hicieron lugar al pedido de la fiscalía y de la querella y comunicaron formalmente su decisión de que el cura sea trasladado a la Unidad Nº 39 de Itauzaingó (Buenos Aires).

Conocida la resolución del TOC 1, el abogado querellante Juan Pablo Gallego dijo que a partir de ahora “los niños podrán estar en paz”. Y destacó que “de una vez por todas aparecieron la garantías de las víctimas”.

La audiencia, prevista en principio para las 13, fue pospuesta para el anochecer a raíz de una presentación de la defensa de Grassi, que intentó recusar a los integrantes del Tribunal y pedir la nulidad de la audiencia alegando "enemistad manifiesta", pero esas peticiones fueron rechazadas por el TOC, informó la agencia Télam.

El fiscal el juicio, Alejandro Varela, aseguró durante su exposición que la presunción de inocencia de Grassi "quedó prácticamente destruida" al resolverse la condena del sacerdote a 15 años de prisión en tres instancias, incluida la Suprema Corte bonaerense.

"Ha variado la situación del acusado por lo que no hay que esperar que el peligro de fuga se concrete para presentar un pedido de detención", agregó Varela quien destacó que el sacerdote "tiene los medios económicos suficientes" como para irse.

Sergio Piris, abogado defensor de "Gabriel", víctima de abuso de Grassi, destacó que a lo largo de los 10 meses que duró el proceso "el sacerdote tuvo todos los privilegios, parecía un actor de cine que daba reportajes, mientras la víctima tuvo que volver al régimen de protección de testigos".

El abogado que representa a los derechos de los niños a través de Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional de los Derechos del Niños (CASACIDN), Juan Pablo Gallego, manifestó que la situación judicial de Grassi "ya es irreversible".

"El cura es un ser antisocial al que se le permitía ingresar libremente a la escena del crimen y su libertad vigilada sólo sirvió para apretar testigos y atacar a sus víctimas", remarcó.

Indicó además que este "es el proceso más importante contra un sacerdote católico y la sociedad necesita una respuesta que haga cesar los privilegios que tuvo este pedófilo en un proceso que fue escandaloso".

Al hacer su alegato final, Grassi acusó al fiscal Varela de mentiroso al mencionar supuestas amenazas y reiteró que siempre se sometió a proceso" por lo que "no existe peligro de fuga" al tiempo que señaló que "toda la causa está armada".

Grassi negó ante el Tribunal que haya sido sometido a un proceso canónico por la condena de abuso sexual al responder preguntas del juez.

El sacerdote fue condenado por el TOC 1 en junio del 2009 a 15 años de prisión por haber abusado de un menor que alojaba en guarda judicial en la Fundación Felices los Niños y la condena fue confirmada en tres instancias, pese a lo cual continúa con el régimen de libertad morigerada en una casa quinta en la localidad bonaerense de Hurlingham.