Los jubilados nacionales de Firmat se autoconvocaron y plantearon un escenario de resistencia y lucha para recuperar la atención médica en su ciudad, tras la decisión de Pami de rescindir el contrato con el sanatorio Firmat.
Desde el 1º de junio pasado, más de 9 mil afiliados quedaron sin atención médica en ese efector, y deben trasladarse hasta Venado Tuerto o Casilda tanto para hacer consultas con especialistas, como para recibir internación, en caso de necesitarlo.
Los jubilados quieren marchar a Buenos Aires y reclamar hasta que se les devuelva su derecho a recibir atención médica de parte de la obra social a la cual aportan.
La complicada situación de los afiliados repercutió en la salud pública de Firmat, ya que los jubilados empezaron a concurrir a los efectores más cercanos, como el Samco de esa ciudad, que se vio desbordado por la cantidad de consultas.
Mientras tanto, quienes cuentan con recursos optan por acudir a prestadores privados y pagan para ser atendidos, a pesar de tener su obra social, y otros son derivados a sanatorios de Venado Tuerto que también acusan dificultades para cobrar al Pami por las prestaciones brindadas.
En las últimas horas, según consigna Diariofirmat.com, “la auditora médica de la UGL IX del Pami Rosario, Irina Morel, anunció que se habían suscripto contratos con dos clínicas privadas de esa ciudad” para tratar de descomprimir la situación y facilitar “la atención de especialidades médicas y la realización de distintos tipo de estudios”.