La justicia realizará el peritaje del equipo de parapente que uso la joven médica tucumana que murió el viernes en el cerro San Javier, al caer desde 120 metros de altura mientras realizaba un vuelo.
“Es inusual que ocurran este tipo de situaciones por lo que se realizarán peritajes en el arnés que sostenía a Natalia Vargas, la joven fallecida, y del resto de los elementos que componen el equipo de parapente”, dijeron fuentes judiciales vinculadas a la investigación.
También se peritará el celular de la médica que la justicia ya tiene en su manos, y en estos momentos se buscan en la zona donde hallaron el cuerpo una cámara con la que habría filmado momentos previos y durante el vuelo.
Según declaró la familia de Vargas, no cree en la versión del instructor que la acompañaba en el vuelo, quien aseguró que la mujer se soltó en medio de un ataque de pánico, en tanto, la Fiscalía I a cargo de la investigación del caso, determinará la situación del hombre una vez que tenga los resultados de los peritajes.
El hecho ocurrió, el viernes a las 16, cuando Vargas, junto a un grupo de amigos, decidieron volar en parapente.
Según informaron fuentes de la investigación, la joven cumplió con el procedimiento para concretar su vuelo, firmó el contrato de deslinde de responsabilidades que dispone el club, se puso el equipo pertinente, que incluye el arnés de seguridad, y se subió al biplaza que estaba manejado por el piloto Ariel Salazar.
De acuerdo a lo declarado por Salazar a la policía, luego de salir en vuelo, la médica habría sufrido un ataque de pánico, por lo que presionó un dispositivo que provocó el desprendimiento de su equipo y cayó al precipicio.
Inmediatamente, el Ministerio de Seguridad, representado por el secretario Claudio Maley, organizó un operativo de búsqueda integrado por El Grupo Cero, Bomberos, servicios médicos y la Unidad Regional Norte.
Luego de horas de búsqueda, el cuerpo de la joven fue encontrado, alrededor de las 20, en medio de la vegetación a 200 metros de la pista de despegue que se localiza en Loma Bola, en el cerro San Javier, a 6,7 km de la capital tucumana.
Natalia Vargas era oriunda de la ciudad tucumana de Concepción y vivía hace tres años en Alemania, donde realizaba una residencia en medicina.
Según contaron sus amigos, había vuelto a la provincia para pasar las fiestas con su familia.