La empresa británica que inventó la aspiradora sin bolsa ha creado un secador de manos supuestamente mucho más eficaz e higiénico que los tradicionales de aire caliente.
Según el director de la empresa, James Dyson, los secadores tradicionales funcionan por lo general mal y son muy lentos.
Su nuevo invento es, según afirma, no sólo mucho más eficaz, sino que su motor digital, que bombea aire frío, utiliza un 83 por ciento menos energía.
El aparato dispara una corriente de aire a una velocidad de 643 kilómetros hora por una abertura de sólo 0,3 milímetros y seca completamente las manos en diez segundos.
Los secadores tradicionales utilizan una tecnología de hace sesenta años que se basa en la evaporación para secar las manos.
El aire de los lavabos públicos contiene todo tipo de gérmenes fecales y está cargado de bacterias, que pasan a la ropa y las manos, critica el inventor.
Según éste, muchas personas, impacientes por lo que dura el secado tradicional, salen del lavabo con las manos aún húmedas, lo que eleva su potencial contaminante.
El nuevo aparato, afirma su inventor, elimina las bacterias y el moho del aire mediante un proceso de filtración.
El agua de las manos mojadas pasa por un filtro de resina de yodo, que lo desinfecta, y gracias a un sistema tecnológico, el agua esterilizada se disuelve en el ambiente.
El invento de James Dyson ha recibido la aprobación del Real Instituto de Higiene Pública del Reino Unido y ha sido probado hasta ahora en hospitales, restaurantes, estaciones de servicio y otros lugares públicos.
Actualmente lo prueban en la Bristol Royal Infirmary, donde en 2004 se descubrieron varias colonias de estafilococos áureos resistentes a la meticilina en los lavabos utilizados tanto por el personal sanitario como por el público.
Según Dyson, China, donde la industria de la construcción está en pleno auge mientras el país se prepara para los Juegos Olímpicos del 2008, puede ser un mercado muy importante para su producto, que saldrá al mercado en noviembre a un precio de unos 818 euros más IVA.
Según el director de la empresa, James Dyson, los secadores tradicionales funcionan por lo general mal y son muy lentos.
Su nuevo invento es, según afirma, no sólo mucho más eficaz, sino que su motor digital, que bombea aire frío, utiliza un 83 por ciento menos energía.
El aparato dispara una corriente de aire a una velocidad de 643 kilómetros hora por una abertura de sólo 0,3 milímetros y seca completamente las manos en diez segundos.
Los secadores tradicionales utilizan una tecnología de hace sesenta años que se basa en la evaporación para secar las manos.
El aire de los lavabos públicos contiene todo tipo de gérmenes fecales y está cargado de bacterias, que pasan a la ropa y las manos, critica el inventor.
Según éste, muchas personas, impacientes por lo que dura el secado tradicional, salen del lavabo con las manos aún húmedas, lo que eleva su potencial contaminante.
El nuevo aparato, afirma su inventor, elimina las bacterias y el moho del aire mediante un proceso de filtración.
El agua de las manos mojadas pasa por un filtro de resina de yodo, que lo desinfecta, y gracias a un sistema tecnológico, el agua esterilizada se disuelve en el ambiente.
El invento de James Dyson ha recibido la aprobación del Real Instituto de Higiene Pública del Reino Unido y ha sido probado hasta ahora en hospitales, restaurantes, estaciones de servicio y otros lugares públicos.
Actualmente lo prueban en la Bristol Royal Infirmary, donde en 2004 se descubrieron varias colonias de estafilococos áureos resistentes a la meticilina en los lavabos utilizados tanto por el personal sanitario como por el público.
Según Dyson, China, donde la industria de la construcción está en pleno auge mientras el país se prepara para los Juegos Olímpicos del 2008, puede ser un mercado muy importante para su producto, que saldrá al mercado en noviembre a un precio de unos 818 euros más IVA.