Afectada también por las lluvias de este comienzo de año, Córdoba quedó en medio de la escena política de Santa Fe, donde en las últimas 24 horas dos funcionarios radicales se fueron del gobierno –el secretario de Asuntos Hídricos, Roberto Porta; y el subsecretario de coordinación de la misma área, Luis Lombó– como consecuencia de la crisis hídrica. Ambos criticaron al ministro de Infraestructura de la provincia, José León Garibay, por permitir obras en la vecina provincia que terminaron por perjudicar a los santafesinos. Desde el gobierno nacional, reconocieron que las obras aprobadas se hicieron en su totalidad en Córdoba pero aclararon que desde la Casa Gris estuvieron de acuerdo.
En contacto con los periodistas Evelin Machain y Pablo Montenegro del programa Radiópolis (Radio 2), el subsecretario de Recursos Hídricos nacional, Pablo Bereciartúa, dijo que desde el inicio de la gestión de Mauricio Macri, el gobierno nacional planteó su compromiso de acompañar a la región con obras de infraestructura para evitar, justamente, situaciones como las de los días pasados.
Por eso, añadió, se conformaron tres comités de cuenca y se definió llevar adelante una serie de obras en Córdoba y Santa Fe de común acuerdo entre los gobernadores de ambas provincias.
Las primeras de esas obras, indicó, ya están en marcha en la vecina provincia y se dejó para marzo la licitación de varias intervenciones en el canal San Antonio, en el límite entre Santa Fe y Córdoba, que desbordó sobre el departamento Castellanos. “Se trata de una canalización de 600 kilómetros con canales laterales, ampliación y nuevos puentes”, precisó y aclaró que desde el gobierno santafesino no se solicitó frenar las obras en Córdoba. E incluso recalcó que no recibieron "de Santa Fe ningún otro pedido que no esté en marcha en este momento".