Los familiares de Rodrigo Sebastián López están desolados, desorientados y llenos de dudas. En octubre del año pasado, el adolescente de 16 años ingresó a la guardia del hospital Centenario con un supuesto desgarro en su pierna izquierda. Un par de horas después, los médicos le informaron a su padre, que se había quedado esperando afuera, que su hijo había fallecido por una “descompensación” que no pudieron controlar. Le realizaron la autopsia al cuerpo, pero la familia asegura que no tuvieron noticias sobre los resultados. Después de ocho meses de dolor e incertidumbre, la familia sale a pedir respuestas al hospital público y a la Justicia.
Según contaron los familiares de la víctima, Rodrigo manifestó un dolor en su pierna izquierda después de jugar un partido en un club de barrio Ludueña, donde viven los López, y su papá lo llevó a varios centros de salúd pública. De acuerdo a la versión del entorno del chico fallecido, lo examinaron en el Carrasco, en el hospital Alberdi, en el Centenario, en el Heca y en un efector vecinal. En todos esos lugares le diagnosticaron un desgarro y le restaron importancia al cuadro.
Finalmente, y después de pasar una mala noche por el dolor, el padre de Rodrigo lo lleva al hospital Centenario en la mañana del 5 de octubre del año pasado. Ingrresa por la guardia y a las tres horas aproximadamente salen a informarle al papá que su hijo se había “descompensado” y que había fallecido. Pasaron ocho meses, hubo una autopsia y la familia asegura que todavía no saben qué pasó con el chico.
Desde Fiscalía confirmaron que el adolescente fue atendido por un desgarro y que falleció en el hospital Centenario. El informe de la autopsia advierte que el joven falleció por “causa indeterminada” y el fiscal interviniente, Donato Trotta, solicitó “ampliación con exámenes anatomopatológicos”, aclarando que “aún no llegaron los resultados”.
Por otra parte, y contradiciendo la versión del entorno de Rodrigo, el fiscal manifiesta que nadie de la familia se presentó en Fiscalía.
Triste y dudoso desenlace
Bárbara Báez, tía del joven fallecido, habló con el programa Radiópolis (Radio 2). “Rodrigo jugaba en un club del barrio Ludueña. Un día sintió una molestia en su pierna izquierda y su papá José Luis lo llevó a diferentes hospitales públicos de la ciudad”, inició su relato la mujer.
Luego precisó que “él murió el 5 de octubre en la guardia del hospital Centenario; murió sólo, no dejaron entrar a la guardia a los familiares”. Bárbara comentó que “esto pasó a las 8 de la mañana; dos o tres horas después informaron que se descompensó y falleció”.
La tía de Rodrigo recordó que “según una ecografía que le hicieron en el hospital vecinal, salió que tenía un desgarro”. Después contó que “el dolor iba en aumento, pero le decían que ya se le iba a pasar”. Bárbara describió que “la primera vez que mi tío lo llevó al Centenario, le hicieron una placa y le aplicaron un inyectable para el dolor”.
“Rodrigo había pasado una mala noche, ya no aguantaba el dolor. Después de unas horas, le dijeron a mi tío que se había descompensado, que le habían hecho una traqueotomía y que lo iban a pasar a cuidados intensivos. Y al rato salieron para decirle que no lo habían podido reanimar y que había fallecido”, detalló.
“Él entró bien, lúcido, hablando, con mucho dolor en su pierna pero estaba bien”, remarcó la tía del chico. Y añadió que “Rodrigo murió un viernes y nos entregaron el cuerpo recién el martes siguiente porque nos dijeron que el fiscal no estaba en Rosario”.
“No tenemos respuestas, el fiscal nunca nos recibió; la autopsia se le realizó al cuerpo hace siete meses, pero no hubo un informe sobre los resultados de esos estudios”, apuntó la familiar de la víctima. “Nos dijeron que en estos casos tarda entre 3 y 6 meses para entregar los resultados de la autopsia, pero ya pasaron 8 meses”, concluyó.
Para tratar de visibilizar el tema y de lograr que alguien los atienda, los familiares y amigos de Rodrigo crearon el grupo de Facebook “Queremos respuestas en memoria a Rodrigo Sebastián López”.