Cristiano Ronaldo es una bestia compitiendo, ya lo saben todos. Pero una anécdota que contó su ex compañero Patrice Evra describe al detalle la obsesión que tiene el portugués por el entrenamiento, el cuidado del físico y la ambición deportiva. En una entrevista a ITV Sport, el francés contó algunas experiencias compartidas con CR7, con quien compartió vestuario en el Manchester United.
Evra recordó el día en que el portugués lo invitó a almorzar: "Mi consejo es que cuando Cristiano te invite a comer a su casa, dile que no”.
El francés, que es muy gracioso al hablar, siguió: “Fui una vez después de un entrenamiento, estaba cansado y en la mesa sólo había ensalada, pollo y agua. Nada de refrescos. Pensé que después habría carne, pero no".
A continuación sumó otra perla: "Después de comer se puso de pie y comenzó a jugar con una pelota. Me dijo que hiciéramos toques y le pedí si podía terminar de comer. Él quería dar los toques y lo hicimos. Después, me pidió ir a la piscina a nadar. Me preguntaba a mí mismo si habíamos quedado sólo para comer o porque teníamos un partido mañana”.
“Recomendaría a cualquiera que no fuera a comer a casa de Cristiano, es una máquina y no quiere dejar de entrenar", bromeó.
Evra también se refirió al gen competitivo del crack del Real Madrid: "Cristiano jugó al ping pong contra Ferdinand y Río le ganó. Empezamos a gritar y se le notaba molesto. Mandó a su primo a comprar una mesa de ping pong, estuvo entrenando dos semanas en casa y ganó a Ferdinand delante de todos. Así es Cristiano, no me sorprende que quiera ganar más balones de oro y que quiera ganar el Mundial", remató.