La tormenta fue provocada por un rápido e inusual descenso de la presión barométrica, conocida como ciclón extratropical o ciclogénesis explosiva, que en los medios de ese país pasó a denominarse "ciclón bomba".
La ola de frío ha congelado también parte de las Cataratas del Niágara, ubicadas en la frontera entre EEUU y Canadá, dificultó los trabajos públicos e impidió la labor de los bomberos en lugares donde las temperaturas apenas superaron los 6 grados bajo cero.
Para las próximas horas está previsto que algunas zonas en torno a Boston recibieran unos 30 centímetros de nieve y el Servicio Meteorológico Nacional predijo una cantidad similar y rachas de viento de hasta 90 kilómetros por hora en Nueva York. Se ordenó el cierre de los colegios en ambas ciudades.
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