Los lecheros de todo el país van al paro por las crisis en la empresa Sancor. La Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (Atilra) confirmó este miércoles que se inicia una huelga nacional en reclamo de “inmediatas soluciones a la realidad” de la cooperativa láctea con sede central en Sunchales. Y ya comienza a notarse la falta de productos en las góndolas.
El titular de Atilra, Héctor Ponce, adelantó que el plenario nacional de delegados del gremio ya tomó la decisión de parar.
En una conferencia de prensa ofrecida en la sede del sindicato, en la ciudad de Buenos Aires, Ponce acusó también a la cámara empresaria Centro de la Industria Lechera (CIL) de "falta de gestión", de "mirar para otro lado" y de procurar "extorsionar" a la organización sindical nacional.
El dirigente gremial, enrolado en la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), negó que el convenio colectivo de trabajo del sector 2/88 sea "malo" para la industria -como por la mañana aseguró el presidente Mauricio Macri desde Santa Fe- y, por el contrario, explicó que la Atilra propuso en su momento "soluciones que no fueron aceptadas".
"Me niego a creer que el gobierno nacional procure el cierre de Sancor para venderla o malvenderla luego a algún inversor privado extranjero cercano. Respeto la opinión del presidente, pero le aclaro que el convenio colectivo lechero es muy bueno y data de 1988. Los trabajadores decidirán una huelga nacional solidaria en todas las empresas lácteas ante la inaceptable posición de la cámara, cuya gestión en la cooperativa fue pésima, nunca ofreció alternativas, se mueve como un actor pasivo y usufructúa la situación para obtener ventajas", afirmó.
En horas de la mañana y desde la ciudad de Santa Fe, el presidente Macri pidió que prime “la racionalidad y el diálogo” en el conflicto de Sancor, que -dijo- está en una situación de "quebranto absoluto", y destacó la importancia de que "los puestos de trabajo puedan tener continuidad", lo cual "requiere que se reviertan muchos errores cometidos en los últimos 10 años".
En este sentido, aseguró que el gobierno nacional está "intentando ayudar" a la compañía porque la gestión de Cambiemos está convencida de que "Argentina tiene que ser uno de los jugadores mundiales en el sector lácteo", con lo cual destacó la importancia de que una empresa de la envergadura de Sancor, a la que describió en una situación de "quebranto absoluto", pueda "seguir funcionando".
Llamado a la "reflexión"
En otro orden, Ponce, cuyo gremio preside el sector lácteo de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación (UITA), llamó a la "reflexión" a los sectores del gremio críticos de su gestión y explicó que "es preciso que entiendan que detrás de esas operaciones hay 4 mil trabajadores que dependen de Sancor".
La cooperativa santafesino-cordobesa, que tiene 16 plantas en el país y está integrada por 1.500 productores, genera 4 mil puestos de trabajo directos y más de 22 mil indirectos, según señaló Ponce.
Por su parte, la cámara Apymel -que integran pequeñas empresas- exigió al gremio que deje de percibir parte del bono solidario, en tanto los dirigentes gremiales sospechan que la intención del gobierno es condicionar un salvataje de Sancor a la reducción de ese aporte permanente patronal en la totalidad de las compañías lecheras.
En un comunicado, Apymel aclara que “no ha sido firmante de dicho aporte y lo ha estado cuestionando en la vía judicial confiando en un resultado favorable”. En otro párrafo explican que “la deuda que las empresas de Apymel tiene con Atilra, en este momento, supera los 800 millones de pesos”.
Ponce negó que en el actual contexto el gremio negocie una reducción de ese bono y explicó que en su momento y, ante la crisis, la Atilra aceptó "un diferimiento salarial del 15 por ciento por 6 meses, a ser reintegrado recién al año, además de la financiación de aportes por 140 millones de pesos que Sancor adeuda al gremio y pagará sin intereses en 36 cuotas", concluyó.
Ya hay faltante
Por otro lado, el conflicto de Sancor comienza a notarse en las góndolas de los supermercados. Según fuentes de diferentes cadenas citadas por Clarín en su edición digital, hay productos que la cooperativa que se entregan de manera muy retaceada y otros que directamente no llegan.
Entre los artículos que se habrían establecido cupos en la cantidad enviada, está la crema, la manteca y el queso crema. En tanto, directamente no se estaría entregando leche en sachet ni tampoco algunos quesos.