Dentro del vehículo utilitario en el que se movilizaban los prófugos del penal de General Alvear –Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci–, la Gendarmería Nacional encontró dos teléfonos celulares con sus chips adentro.
Los celulares, explicaron fuentes judiciales, serán peritados para saber las llamadas y los mensajes realizados y recibidos. La idea es que con esa información se podrá saber quiénes les brindaron apoyo para poder estar prófugos por 10 días.
Eso es lo que investigan el juez federal Sergio Torres y el fiscal Jorge Di Lello en una causa que se inició hoy para determinar si los prófugos cuentan con apoyo de bandas de narcotraficantes.