El médico cardiólogo y ex presidente de la Fundación Cardio Carlos Lorente calificó de “adelanto” el proyecto de ley para prohibir fumar en espacios públicos abiertos donde hay niños o se practica algún deporte. Advirtió sobre los riesgos del humo para fumadores pasivos y, en especial, niños.
“Es una iniciativa positiva, como lo fue prohibir fumar en lugares públicos cerrados, y hoy esto parece un adelanto”, dijo en el programa A diario (Radio 2) sobre el texto presentado por el diputado provincial Jorge Henn.
Para Lorente, aún en espacios abiertos están “expuestos niños, deportistas o individuos que pueden ser afectados por el tabaquismo pasivo, y también por el mal ejemplo que significa tener adultos fumando y convalidando ese hecho como una cuestión natural”.
“Fumar pasivamente conlleva riesgo importantes. El fumador contamina el aire que respiran otras personas y los niños son los principales víctimas pasivas del tabaquismo pasivo”, dijo el especialista y recordó que “de cada ocho personas que el cigarrillo mata, una nunca fumó”.
Lorente afirmó que el humo del cigarrillo es “muy tóxico” y tiene “4500 productos tóxicos diferentes que se diseminan en el ambiente”. Eso provoca “no solo cánceres, también predispone a enfermedades cardiovasculares y es una causa principales del infarto de miocardio”.
El ex titular de la Fundación Cardio señaló casos de “muertes de cuna en hijos de padres fumadores” y afirmó: “El 50% de los chicos están expuestos al humo de tabaco ambiente porque madre o padre son fumadores, quienes no tienen plena conciencia del daño que producen y del peligro que exponen a sus propios hijos”.
“Es más nocivo el humo de segunda mano que el que aspira el propio fumador cuando inhala. Ese humo pasivo surge del que se consume solo del cigarrillo y de lo que el fumador, y eso es mas tóxico”, añadió.
El proyecto
La medida impulsada por Henn propone una modificación en el artículo 9 de la ley provincial 12.432 que creó el Programa de Control del Tabaquismo, sancionada en 2005.
La modificación prohíbe fumar o tener encendido un cigarrillo en espacios públicos abiertos, destinados a niños y niñas, en aquellos utilizados por la ciudadanía para la práctica deportiva y recreativa así como en otros lugares que se reglamenten.
La iniciativa se basa en la existencia de estudios que avalan que estar cerca de alguien que fuma en un ambiente abierto, supone para cualquiera, pero especialmente para un niño, estar igualmente expuesto a los efectos nocivos que el humo del tabaco provoca.