El sacerdote que cumplía funciones en el cottolengo Don Orione de General Lagos y está acusado por tres abusos sexuales, dejará de tener arresto domiciliario. Según resolvió la jueza María Chiabrera, hasta el juicio continuará en una unidad penitenciaria.
En una audiencia llevada a cabo este martes en el Centro de Justicia Penal, se imputaron nuevos hechos a Juan A., de 53 años.
De acuerdo a lo informado por El Ciudadano, la fiscal relató algunas partes de los dichos de una de las víctimas, de 20 años, quien contó en Cámara Gesell abusos en habitaciones, una pileta, en el auto del religioso e incluso en un camino rural de la zona cuando andaban en bicicleta. Agregó escuchar gritos y llanto de otros internos en la habitación del religioso.
El joven dijo que Juan A. le daba de tomar alcohol cuando estaban en la habitación, a lo que la fiscal agregó que la víctima no puede tomar bebidas alcohólicas por una medicación que toma. También dijo que le tapaba la boca cuando lo sometía para que no gritara.
La fiscal de la unidad de Delitos contra la Integridad Sexual Nora Marull imputó al religioso hechos de abuso hacia personas con diferentes grados de retrasos madurativos, quienes se encontraban bajo su guarda, ya que él es miembro de la Comunidad Cottolengo Don Orione. Los hechos ocurrieron entre 2015 y 2018.
Según la fiscal Marull, Juan A. aprovechaba los momentos en que las víctimas se encontraban a su cargo y abusaba sexualmente de las mismas.