Dolorido por las noticias sobre hechos violentos que suceden en su Argentina, el Papa Francisco escribió una carta y se refirió particularmente al linchamiento de David Moreira, el joven que murió en el barrio Azcuénaga rosarino después de haber protagonizado un robo y ser salvajemente golpeado por vecinos.

El Sumo Pontífice envió la misiva a los hermanos Rodolfo y Carlos Luna, dos humanistas que viven en Suecia pero están atentos a lo que sacude a la Argentina. Le habían contado sobre el crimen de Moreira y él respondió.

“Me dolió la escena. Fuenteovejuna, me dije. Sentía las patadas en el alma”, señaló. “No era un marciano, era un muchacho de nuestro pueblo”, escribió Francisco en su carta.

“Me acordé de Jesús; ¿qué diría si estuviera de árbitro allí?: el que esté sin pecado que dé la primera patada”, agregó. “Me dolía todo, me dolía el cuerpo del pibe, me dolía el corazón de los que pateaban”, dijo sobre la escena que recorrió el mundo.

“Pensé que a ese chico lo hicimos nosotros, creció entre nosotros, se educó entre nosotros. ¿Qué cosa falló?”, se preguntó el Papa.

Y cerró: "Lo peor que nos puede pasar es olvidarnos de la escena. Y que el Señor nos dé la gracia de poder llorar ..., llorar por el muchacho delincuente, llorar también por nosotros".

Conocida la expresión de Francisco, Lorena, la mamá de David Moreira, contó en el programa Radiópolis (Radio 2) que se contactaron con ella desde el Vaticano.