“No te lo voy a permitir, no mientas. Hacete cargo”. No se pudo contener Luis Contigiani pese a que los fotógrafos le pedían su mejor cara para la foto final. Inmutable, Albor Cantard, a quien iba dirigida la solicitud, siguió con la vista al frente y la sonrisa de campaña colgada.
El cruce, el más fuerte de este domingo de debate lleno de pequeñas chicanas, fue por la industria láctea y la falta de colaboración, según el ministro de Producción santafesino, del gobierno nacional, que se había comprometido a enviar recursos para los tamberos afectados por la crisis hidríca. Fue durante el eje Economía, empleo y producción, el último de los cuatro temas que discutieron los cinco candidatos a diputado nacional más votados, en una trasmisión simultánea de El Tres, Canal 5, Canal 13 de Santa Fe, La Capital y Rosario3.com.
Además de Cantard (Cambiemos) y Contigiani (Frente Progresista), repartieron palos Agustín Rossi (Unidad Ciudadana), Jorge Boasso (Unite) y Diego Giuliano (1Proyecto Santafesino).
Olor a viejo
Nomás presentarse, Boasso lanzó la primera piedra. Al mejor estilo Hugo Chávez con su “huele a azufre”, advirtió con un ceja levantada y un gestito hacia su derecha: "El pasado acecha”. Se refería a Rossi, ex diputado nacional por el kirchnerismo y ex ministro de Defensa de la gestión de Cristina Kirchner, ubicado en uno de los extremos.
Cinco pesitos
El primer tema fue Coparticipación, cuentas y obras públicas. Ya entonces se dio el primer cruce entre Contigiani y Cantard. El candidato amarillo destacó la inversión del gobierno nacional en Santa Fe y la necesidad de controlar que los recursos no vayan a parar a “malas administraciones o para las pelopinchos de la cárcel de Coronda”. Y el ministro de Producción sacó un billete para refutarlo.
“No, cinco pesos no, tres pesos con cincuenta por habitante por año en los primeros ocho meses de este año”, aclaró el monto de la inversión nacional en Santa Fe y la comparó con el dinero que baja a Buenos Aires: cuatro veces mayor. Después tuvo un traspié: mostró al revés el porcentaje de corrupción en Santa Fe y se leyó "% 0".
Un equipo de procesados
Coparticipación, cuentas y obras públicas todavía no se agotaba cuando Boasso volvió a echar leña al fuego y levantó una foto montada con funcionarios K personificados como jugadores de fútbol: “¿Saben lo que nos dejó el kirchnerismo en obras? Esto, un equipo. Nos dejó un equipo, de procesados”.
Mucho champán y poco fútbol
Boasso abrió el segundo tema, Seguridad ciudadana, y responsabilizó al kirchnerismo y al socialismo de haber permitido la escalada de violencia en Santa Fe. Más adelante Giuliano le podría números: contó 1.664 víctimas de homicidio en los últimos cuatro años en la provincia.
“Con estos wines no le hacemos un gol a nadie”, chicaneó el radical. Hablaba de Contigiani, ubicado en su extrema izquierda y de Rossi en la otra punta. “Los narcos hacen lo que quieren, brindan con champán”, continuó y recordó la irrupción de Lorena Verdún, la ex esposa de Claudio “Pájaro” Cantero, en la presentación del libro Los Monos de Hernán Lascano y Germán de los Santos la semana pasada.
El mismo episodio fue usado por Cantard para buscarle pelea a Contigiani.
¿Y Santiago? ¿Y César? (¿Y Aníbal?¿Y los misiles?)
Todavía discutiendo sobre seguridad, Rossi apuntó a un “cambio de paradigma” en el manejo de los fuerzas federales, acusó al gobierno nacional de haber dado la orden de reprimir en la marcha en la que desapareció Santiago Maldonado, y algo apurado, porque el tiempo se le terminaba, mostró una foto del joven artesano que quedó al revés.
Y entonces Boasso, Contigiani y Cantard le saltaron a la nuca: el primero le preguntó por el ex jefe del Ejército César Milani, procesado por presunto enriquecimiento ilícito y cuestionado por su accionar durante la última dictadura; el segundo, por Aníbal Fernández y el último por las 26 mil balas y los dos misiles faltantes de Fabricaciones Militares.
San Cayetano, Netflix y los jueguitos de Rossi
Iniciado el tercer eje, Salud, educación y desarrollo social, Cantard y Boasso se encargaron de lavarle la cara a la gestión de Mauricio Macri tildada de “neoliberal” y criticada por recortes presupuestarios justamente en esos tres ejes. Boasso, los tildó de discursos de la “izquierda con Osde” y de ficciones dignas de Netflix.
“Cantard y Boasso se reparten bien el trabajo, ahora parece que Macri es San Cayetano”, se burló Giuliano.
Rossi optó por lo práctico y propuso un ejercicio para demostrar lo caro que está todo. Hacer milanesas. Pensar cuánto sale la luz de la heladera, la carne, el huevo y el pan rayado y, ya que estamos, cúanto un “porrón”. Anticipó la jaqueca y la taquicardia (por los números) y le sumó a la lista el precio de la aspirina y la aspirineta.
Para el módulo siguiente, propuso otro jueguito: contar hasta diez. El tema en debate, Economía, empleo y producción. “La deuda externa argentina sumó en estos diez segundos 18 mil dólares”, señaló.
Carta documento, carta documento
“Me mandaron una carta documento –compartió en las conclusiones Giuliano–. Me la mandó Agustín Rossi por mi spot publicitario porque lo asocio con la corrupción. Y sí, lo asocio con la defensa de la corrupcion porque si entra a la Cámara de Diputados va a defender a personajes como éste (Julio De Vido) y yo no”.
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