El zoológico y el Jardín Botánico de la ciudad de San Pablo, ubicados en una zona de selva urbana, fueron cerrados este martes a raíz de la muerte de un mono por causa de la fiebre amarilla.
La decisión fue informada por el gobierno del estado de San Pablo, mientras que el ministro de Salud de Brasil, Ricardo Barros, descartó el riesgo de una epidemia y dijo que la situación está "bajo control".
La declaración del ministro del gobierno de Temer fue en respuesta al alerta lanzada por la Organización Mundial de la Salud, que consideró de "alto riesgo" no vacunarse en las zonas con ecosistemas de riesgo, como en el estado de Río de Janeiro, San Pablo y Bahía.
La muerte de un mono por fiebre amarilla en el barrio de Jabaquara, donde están ubicados el zoológico y el jardin botánico de la ciudad de San Pablo llevó a las autoridades a cerrar sus puertas en el momento de más visitas, las vacaciones escolares de enero en la urbe más grande Sudamérica.
Desde julio, 20 personas murieron a causa de fiebre amarilla según datos del Ministerio de Salud.
En el estado de San Pablo se contabilizan 81 personas afectadas por la enfermedad, según el diario Folha de Sao Paulo, entre ellos un holandés que estaba de visita.
El ministro de Salud dijo a la Agencia Estado que se anticipó para este jueves la campaña nacional de vacunación para las personas en barrios considerados de riesgo en las principales ciudades del país, es decir, los centros urbanos que conviven con las regiones selváticas.
El gobierno está fraccionando la vacuna para ampliar las dosis, frente al colapso de las unidades básicas barriales de salud, que registraron filas de hasta diez horas para recibir la defensa inmunológica.