Exponer los ojos al sol sin la protección adecuada puede provocar cataratas, degeneración macular o melanomas coroideos a mediano y largo plazo, ya que sus efectos son acumulativos con el tiempo.
Las células en los ojos, a diferencia de las de la piel, no tienen la habilidad de regenerarse. Es por eso que cuando exponés tus ojos a los rayos ultravioleta (UV), te arriesgás a padecer problemas que pueden llegar a ser irreversibles.
El ojo sabe cómo protegerse cuando la radiación UV no es muy intensa o no dura mucho tiempo. La córnea y los lentes cristalinos juntos absorben todos los rayos UV-B y el 98% de los rayos UV-A bajo condiciones razonables. Pero cuando la exposición es excesiva, los daños no se pueden evitar.
Así lo indica un estudio del Servicio de Oftalmología de Quirónsalud Campo de Gibraltar, citado por el portal 20 Minutos. El titular de ese centro, Víctor Pérez Moreno, destacó la importancia del uso de anteojos de sol homologados con protección de rayos ultravioletas del 100%.
En este punto recomendó tener mucho cuidado: el hecho de que un lente sea oscuro, no significa que tenga protección UV. Por el contrario, puede significar un gran riesgo para el usuario porque el color oscuro hace que la pupila se dilate, permitiendo que pase más luz y radiación UV.
“Por esta razón, la protección 100 por ciento contra los rayos UV cada día gana más importancia para prevenir la degeneración macular o el desarrollo de cataratas a largo plazo”, sostuvo.