El juez penal de primera instancia Héctor Núñez Cartelle hizo lugar este jueves a la imputación formulada por el fiscal Walter Jurado al jefe de mantenimiento de la caldera del laboratorio Apolo, que explotó el 27 de junio de 2016. Además, sugirió que se investigue a las autoridades que debían monitorear el funcionamiento de la planta.
Núñez Cartelle, que pasó a cuarto intermedio el lunes pasado la audiencia imputativa contra el jefe de mantenimiento del laboratorio Apolo, admitió la acusación por los delitos de estrago culposo agravado y lesiones graves contra Jorge Enrique G. La explosión del laboratorio ubicado en Alem al 2900 dejó un resultado de seis personas heridas y dos inmuebles afectados.
"De haberse cumplido con las pautas de control, seguimiento de inspecciones, exigencia de estándares de aprobación técnica acerca del funcionamiento de un instrumento –como es la caldera– con la potencialidad ofensiva que puede tener, y de hecho la tuvo, debían adoptarse todo tipo de medidas de preservación, cuidado y mantenimiento que hacían a la prevención y hasta la evitabilidad del siniestro", señaló el magistrado durante la audiencia.
El juez remarcó que avizoró "un sesgo inadecuado" en la investigación llevada a cabo hace un año y medio por el fiscal Jurado. "Mantener fuera de rango investigativo a terceras personas que debieron efectuar las tareas de control resulta al menos desatinado; más teniendo en cuenta que su actividad pudo tener una incidencia directa y definitiva en el resultado. De incorporarlas, bien pueden provocar no solamente el esclarecimiento total del hecho sino también darle una respuesta satisfactoria a las víctimas tanto personales como materiales", concluyó.