Estados Unidos lanzó este jueves la "madre de todas las bombas" contra cuevas ubicadas en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán. Se trata de un proyectil no nuclear que es considerado el más poderoso que tiene el país norteamericano. El hecho fue informado por el portavoz del Pentágono, Adam Stump. Aún no trascendió si hubo víctimas tras el ataque.
De acuerdo a la agencia de noticias Télam, el ataque fue ejecutado desde un avión militar C-130. Estados Unidos usó por primera vez en un combate, la bomba GBU-43. La Fuerza Aérea la apoda MOAB (Massive Ordenance Air Blast o "madre de todas las bombas"). Fue dirigida contra una serie de cuevas en el este de Afganistán usadas por militantes del Estado Islámico.
Según la agencia EFE, el proyectil pesa 10 toneladas y fue diseñado para destruir cuevas y túneles subterráneos.
La provincia de Nangarhar, en el este afgano y cerca de la frontera con Pakistán, es la remota región que la que los yihadistas del Estado Islámico se asentaron para ampliar su presencia en la que llaman provincia de Jorasán (parte de su autodeclarado califato).
"El bombardeo estaba diseñado para minimizar el riesgo para las fuerzas afganas estadounidenses que realizan operaciones sobre el terreno en esa zona, al tiempo que se maximiza la destrucción de combatientes e instalaciones del EI-Jorasán", explicó el Pentágono en un comunicado.
"Esta es la munición adecuada para reducir los obstáculos y mantener el ritmo de la ofensiva contra el EI-Jorasán", explicó el general John W. Nicholson, comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, quien recordó que los yihadistas trabajaron en defensas subterráneas y búnkers.
Estados Unidos realizó operaciones antiterroristas en esa zona; en una de las últimas, el 8 de abril, falleció un miembro de las fuerzas especiales en combate cara a cara con los yihadistas.
El uso de la "Madre de todas las bombas", que mata con la imponente presión de aire que genera, indicaría que la zona estaba ampliamente ocupada por operativos e instalaciones del EI, sin evidente presencia civil.
El Pentágono aseguró que "se tomaron las precauciones para evitar víctimas civiles", pese a que el proyectil, que es guiado al objetivo solo durante la caída, no es considerada de precisión.