La esposa de Aníbal Pontel, uno de los choferes de Monticas que falleció en el choque entre micros sucedido el 24 de febrero, señaló que estaba “segura que no había sido un accidente”. La declaración tiene lugar después de que el fiscal Walter Jurado asegurara que se reventó un neumático de uno de los choches en el momento previo a la tragedia. Relató las malas condiciones laborales de los conductores y cuestionó la falta de controles.
En diálogo con el programa Todavía no es Tarde (Radio 2), Sandra Amez afirmó que su marido llegó a trabajar 16 horas arriba de un micro Monticas. “Últimamente hacían doble turno porque algunos choferes estaban de vacaciones y no tomaron nunca personal. Se suplantaban entre ellos. A veces no tenían el tiempo suficiente de espera en las puntas de línea, no descansaban ni podían ir al baño”, agregó.
“Siempre estuve segura de que no había sido un accidente. Fue algo que se podía haber evitado. Ellos mismos (por Monticas) sabían cómo salían los coches y nunca les importó”, comentó y añadió que no recibió “acercamientos ni de la empresa ni del gobierno provincial”.
La esposa de Pontel también cuestionó la falta de controles del gobierno a las unidades que circulaban por las rutas 33 y 9. “Hubo millones de quejas sobre el servicio y no se hizo nada”, disparó.
Por último, Sandra pidió que no se deje solos a los trabajadores de Monticas, cuyo futuro es incierto. “Están pasando un momento de incertidumbre total porque no saben qué va a pasar. Hay que apoyarlos, se quedaron injustamente sin trabajo. Esto no debe volver a repetirse”, concluyó.