La difusión de unas escuchas telefónicas conmocionaron el mapa santafesino. Se trata de comunicaciones entre el ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro con el fiscal general de la provincia Jorge Baclini, secretarios, una asesora y hasta el gobernador Lifschitz. De esas conversaciones se concluye que el gobierno provincial esperaba la detención del ex jefe de la Unidad Regional V de Rafaela Adrián Rodríguez “después de las elecciones" y no el 9 de octubre. También se concluye que el mismo Pullaro era escuchado por la Justicia.
Los diálogos fueron difundidos por el portal Diario de Santa Fe. Se trata de escuchas relacionadas a la causa iniciada por el fiscal Roberto Apullán contra el ex jefe de la Unidad Regional V de Rafaela Adrián Rodríguez y que fue desplazado por el fiscal regional de Santa Fe Carlos Arietti antes de que pudiera imputar al funcionario.
En una de las escuchas telefónicas al jefe de la cartera de Seguridad, Pullaro desliza que Arietti le había dicho que a Rodríguez lo "iban a detener después de las elecciones" y no el 9 de octubre, tal cual sucedió. Para establecer las razones de esta detención, Pullaro llamó al fiscal general de la provincia Jorge Baclini, quien le respondió por WhatsApp. Luego, se comunicó con el gobernador Miguel Lifschitz a quien le señaló que la situación era "bastante grave", que Rodríguez estaba detenido por supuesto "cohecho pasivo" por una "conversación que tuvo conmigo. ¿Entendés?". "Sí", le respondió el gobernador. Por otra parte, de los diálogos se desprende que el fiscal Apullán no sólo había imputado a Rodríguez, sino ante una sospecha, avanzó en la causa y le pidió al juez competente la intervención del teléfono de Pullaro.
Otras de las escuchas difundidas son charlas de Pullaro con Omar Pereira, secretario de Seguridad Pública, David Raniero, de Control de la Fuerzas de Seguridad, el fiscal provincial Baclini y el gobernador Lifschitz durante una hora y media, entre las 13 y las 14.23. Según el portal de noticias, también llamó a un asesor del vicegobernador Carlos Fascendini y le comentó que Baclini y Arietti estaban "enloquecidos" y "furiosos" con "el gordo Apullán", como llamó al fiscal que lo investigaba.
La llamada de Pullaro a Baclini es del 9 de octubre, a las 13.30. Le dice que había detenido a Rodríguez y le preguntó por qué. "¿Quién lo detuvo? ¿Apullán?", quiso saber Baclini, quien admitió que Arietti le había comentado el asunto.
-A mí, (Arietti) me dijo que lo iban a detener después de las elecciones a todos. No sé por qué se han apurado.
-Dejame que lo llamo y te averiguo bien. Averiguo bien y te digo -respondió Baclini.
Tras recibir la respuesta por Whatsapp, llamó a Lifschitz. "Miguel. Te pongo al tanto de una situación que es bastante grave. La estuve hablando con Baclini recién y es sumamente grave"y agregó: "Baclini me llamó muy preocupado por el tema, que (la detención de Rodríguez) es por (supuesto) cohecho pasivo, que es por una conversación que tuvo conmigo, ¿entendés?
Sí, le respondió Lifschitz.
A las seis de la tarde, Pullaro llamó a un asistente de Fascendini, a quien le contó que Baclini y Arietti estaban "enfurecidos" con Apullán. ¿Quién es el fiscal?, preguntó y le repondió el ministro: -Apullán, el gordo Apullán. El mismo gordo que hace la causa del D 4 ¿entendés?
Otras escuchas que se reprodujeron son entre Pullaro y una secretaria. Se puede advertir a un Pullaro compungido y apenado por la detención de Rodríguez: “No hay uno sano”, le comenta. Sin embargo cree que el ex jefe policial es apresado por las horas Ospe. Le confirma que habló con Baclini pero que Arietti “no contestó”. Inmediatamente, vuelve a quejarse por la promesa inclumplida de Arietti sobre la detención de Rodríguez posterior a las elecciones.
Secretaria: No, y no sé… ¿Cómo se cortan? Yo no entiendo, una fiscal se corta en una detención de un policía, sin que sepa Baclini, sin que sea, no sé…tienen ahí un quilombo igual que el nuestro me parece, o ¿no?.
Maximiliano Pullaro: A mí me parece que más, la Fiscal no le dice, no le avisa a Arietti, va y detiene. Arietti a mí me había dicho que lo hacían después de las elecciones.