Las enfermedades autoinmunes son una serie de patologías en las que el sistema inmune ataca al propio organismo. Unas enfermedades entre las que se encuentran, entre otras muchas, la psoriasis, el lupus y la artritis reumatoide, y que son mucho más comunes en las mujeres que en los varones. De hecho, las mujeres representan cerca del 80 % de todos los pacientes con enfermedades autoinmunes. Y ahora, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Michigan en Ann Arbor (EE.UU.), comunicado en el sito abc.es, parece haber hallado la razón para esta desproporcionada prevalencia en la población femenina.
Como explica Johann Gudjonsson, co-autor de esta investigación publicada en la revista "Nature Immunology", "hemos descubierto un enfoque completamente nuevo. Concretamente, hemos identificado una diferencia en la expresión génica entre ambos sexos y asociada a la susceptibilidad de desarrollar enfermedades autoinmunes".
Expresión génica "de género"
Para llevar a cabo el estudio, los autores se centraron en las enfermedades autoinmunes en las que hay una afectación de la piel, caso del lupus. De hecho, hasta cuatro de los 11 criterios establecidos para el diagnóstico del lupus están relacionados con la piel –entre otros, la presencia de erupciones cutáneas.
Sin embargo, los investigadores quisieron ir más allá, por lo que analizaron la expresión genética en biopsias cutáneas tomadas a 51 mujeres y 31 varones sanos. Y lo que observaron es que hasta un total de 661 genes se expresaban de forma diferente entre ambos sexos.
Como refiere Yun Liang, director de la investigación, "nuestros resultados muestran unas diferencias muy notables en la expresión génica entre las mujeres y los varones. Además, muchos de estos genes tienen una función inmunitaria y están solapados con vías genéticas y genes relacionados con las enfermedades autoinmunes".
En definitiva, el estudio señala el camino para las próximas investigaciones sobre la vía inflamatoria VGLL3 y cómo es regulada. Una investigación futura en la que, tal y como debería suceder en toda la especialidad de la inmunología, se requiere un estudio por separado de las muestras obtenidas de mujeres y varones.
Como concluye Johann Gudjonsson, "el tener un mayor conocimiento de los procesos asociados a estas enfermedades en cada sexo ofrecerá oportunidades para intervenciones terapéuticas que todavía no hemos imaginado, incluyendo su prevención y tratamiento".