El prestigioso médico forense Osvaldo Raffo fue hallado este lunes muerto de un balazo en la bañera de su casa, en el partido bonaerense de San Martín, donde los investigadores hallaron una nota firmada y dirigida al juez en la que decía que no aguantaba más los dolores que lo aquejaban por una enfermedad que atravesaba, informaron fuentes policiales.
"No soporto más los dolores que me aquejan. No se culpe a nadie de mi muerte. Dios me perdone", escribió, con su firma y su sello al pie. La nota fue encontrada en la heladera de la cocina. El cuerpo fue econtrado por su cuidadora, identificada como Silvia Jakibiec.
Raffo era el perito forense que dispuso la viuda del fiscal Alberto Nisman, Sandra Arroyo Salgado. A diferencia del resto de los profesionales que examinaron el cuerpo de Nisman, Raffo elaboró un informe donde sostenía que al fiscal lo habían asesinado.
Vale recordar que recientemente Arroyo Salgado se retiró de la causa que investiga la muerte de su ex esposo.
Raffo hizo más de 20.000 autopsias desde sus comienzos en la década de los 60.
Además, hizo peritajes en los casos policiales más transcendentes como en el asesinato de María Soledad Morales, en el homicidio de Alicia Muñiz a manos del campeón mundial de boxeo Carlos Monzón, en el suicidio del prestigioso cardiólogo René Favaloro y en el crimen del soldado Omar Carrasco.