La hepatitis C es una enfermedad del hígado que no presenta síntomas, por lo que es clave la detección pecoz a través de una prueba de sangre.
A diferencia de la A o la B, la hepatitis C no se previene con vacunas, por lo que los médicos hacen foco en la concientización y prevención para su detección.
"La hepatitis C tiene cura, pero lamentablemente las personas no se enteran que padecen la enfermedad sino hasta que están en un estadío muy avanzado, con complicaciones como cirrosis o cáncer de hígado", explicó la Dra. Diana Krasniansky, miembro de la Asociación Argentina para el Estudio de Enfermedades del Hígado, en diálogo con Télam. "Al menos una vez en la vida la persona debe realizarse el test", recomendó.
Se calcula que 7 de cada 10 argentinos nunca se realizó la prueba. "Por la forma en la que el virus se reproduce, es curable la enfermedad, y por eso es lamentable llegar a descompensaciones o tumores hepáticos por no hacer un test", cerró la especialista.
Se estima que en todo el mundo hay 71 millones con hepatitis C, de las cuales 399 mil mueren cada año por problemas derivados de ella.