Hoy comenzó el juicio oral en la sala 2 de los Tribunales provinciales en el que Pablo Peralta y Hernán Núñez están acusados por agredir al médico Héctor Ulloa y el posterior crimen del policía Carlos Dolce. Uno de ellos también tiene que responder por el ataque a balazos contra el abogado penalista Alberto Tortajada. Por haber instigado los dos hechos de amenazas, el empresario farmacéutico Juan Pablo Iborra fue condenado el año pasado en un juicio abreviado a 6 años y 8 meses de cárcel con prisión domiciliaria.
En diálogo con el programa Radiópolis de Roberto Caferra en Radio 2, la fiscal Nora Marull, quien está a cargo de las acusaciones junto a Marcelo Vienna, confirmó el inicio del juicio en el que se espera la participación de unos 90 testigos con un veredicto para el 24 de mayo a cargo de los jueces Edgardo Fertitta, Marisol Usandizaga y María Isabel Más Varela.
Marull explicó que se da inicio este miércoles al juicio oral por el crimen del policía Carlos Dolce y la amenaza previa contra el médico Omar Ulloa, ocurridos en febrero de 2013. Por estos hechos se sientan en el banquillo Pablo Andrés Peralta, de 37 años, y Hernán Matías Núñez, de 29, quienes están formalmente acusados de amenazas coactivas calificadas y robo calificado contra Ulloa, así como abuso de armas, portación de arma de guerra y homicidio críminis causa calificado por la alevosía y agravado por tratarse la víctima de un miembro de una fuerza de seguridad, lo cual prevé una pena de prisión perpetua, contra Dolce.
En el mismo juicio, Peralta es acusado por tentativa de homicidio calificado por la alevosía y portación de arma de uso civil por balear por encargo al abogado penalista Alberto Tortajada en 2012.
Consultada sobre el trasfondo de estos hechos delictivos, Marull señaló: “Claramente era la lucha por defender el negocio de las farmacias y venta de medicamentos”. Es que los hechos por los cuales Peralta y Nuñez son juzgados fueron encargados por los empresarios farmacéuticos José Antonio Iborra y su hijo Juan Pablo Iborra, detenidos en 2014 y procesados por ordenar ataques y amenazas a otros comerciantes farmacéuticos en orden de amedrentarlos para que no abrieran negocios cerca de los propios. Iborra padre falleció en agosto pasado y en octubre, su hijo admitió las acusaciones por esos dos y otros hechos más en un juicio abreviado.
“Estoy totalmente convencida de que no hay fisuras en este juicio oral, tengo las pruebas para que sean condenados y con las penas máximas”, sostuvo la funcionaria judicial en relación a Peralta y Nuñez.
Las causas
Marull precisó que a este juicio oral llegan dos de 7 causas abiertas en este marco. Una de ellas responde al ataque encargado por los Iborra contra el abogado penalista Alberto Tortajada en el que no está involucrado Nuñez. Sucedió el 7 de septiembre de 2012 en el palier de un edificio de Montevideo 2016, donde el letrado tenía su estudio.
El otro hecho, por el cual están acusados ambos, ocurrió el 5 de febrero de 2013 en 3 de Febrero al 1000. Allí tenía su consultorio el médico Omar Ulloa, quien era uno de los dueños de la cadena Farmavip.
Dos hombres entraron en la clínica por engaño y lo amenazaron de muerte y le pegaron un culatazo en la cabeza para que desistiera de instalar una farmacia en San Lorenzo y Maipú. Al huir se toparon con el policía Carlos Dolce, por entonces custodio de la clínica, quien por intentar detenerlos recibió un disparo fatal de su parte.
Cabe destacar que el crimen de Dolce no fue atribuida a los Iborra por entenderse que no estaba prevista.